El Gobierno de España no contempla la ayuda de Cuba en la lucha frente al coronavirus, al contrario de lo que ya ha sucedido en Italia cuando sus datos eran inferiores a los de nuestro país. Entre los planes del Ejecutivo no se encuentra la contratación de médicos procedentes del país caribeño ni, siquiera, la agilización de los trámites para homologar a los médicos cubanos residentes en nuestro país.
La ruptura con La Habana se extiende incluso a la compra del antiviral Interferón Alfa-2B, un medicamento que fabrica Cuba y que, pese a que está reconocido para combatir la enfermedad y hay stock suficiente, no hay perspectivas de adquisición.
Un sector del PSOE, como indica el diario El Mundo, teme que cualquier guiño hacia Cuba pueda ser utilizado por la oposición para indicar la supuesta radicalización del Gobierno de coalición. Esta premisa, no obstante, ha generado grietas internas entre los socialistas, especialmente con el presidente valenciano Ximo Puig, que sí está estudiando ya formalmente la contratación desde la Consellería de Sanidad.
El ministro de Sanidad, Salvador Illa, ha sido la cara visible de este rechazo de ayuda, como quedó patente en una rueda de prensa celebrada el pasado lunes 30 de marzo. La única vía que se maneja desde la cartera de Illa pasa por incrementar los recursos nacionales y, como mucho, aceptar la ayuda China en cuestiones de material o infraestructura.
Sin embargo y a pesar de que los escenarios de España superan a Italia cuando pidió la citada ayuda (así como Francia en los territorios de ultramar o Andorra), el ministro se vio obligado a no cerrar esta puerta del todo: "De momento no los hemos activado, si hiciera falta lo haríamos", respondió sobre los trámites para gestionar estos apoyos.
"Queremos ser útiles, ofrecemos nuestra ayuda"
La situación de los médicos cubanos sin titulación todavía hologada es, por el momento, la más urgente. Muchos de ellos se están movilizando para que se levante su veto en una situación de estado de alarma y de escasez de recursos de todo tipo: "Ofrecemos nuestra ayuda y quedamos a disposición de la sanidad pública para la lucha contra la pandemia", expresaron en un comunicado.
Según la denuncia pública, en España "hay más de 200 médicos cubanos que no estamos trabajando por espera de la homologación del título, o ya homologados, pero en diferentes situaciones migratorias que nos impiden ejercer", aseguran. Por ello, piden "ser útiles" en una situación en la que se sienten profundamente impotentes, puesto que cuentan con la experiencia y conocimientos necesarios para enfrentarse a una situación de estas características.
El Gobierno se escuda en que está contratando nuevos profesionales, también extranjeros, pero si cumplen con todos los requisitos administrativos correspondientes. La duda surge sobre si, en pleno estado de alarma, convendría agilizar o saltarse trámites, cribar a los trabajadores en función de otro tipo de baremos como la experiencia acreditada y aumentar rápidamente los medios para evitar que nadie se quede sin la atención necesaria.
El antiviral Alfa-2B, mientras tanto, se queda sin stock, puesto que España no quiere participar con Cuba en la fabricación de este medicamento y, ni siquiera, ha intentado adquirirlo. Ni siquiera se están empleando los lazos históricos que unen a ambos países con el objetivo de situarse en la primera línea de compras de un fármaco que se ha empleado y recomendado en China durante el brote registrado en el país asiático.
