Tayikistán, un país de mayoría musulmana situado en pleno Asia central ha tomado la siguiente determinación: instar a la población a que abandone el uso del velo islámico por sus calles. La medida toma especial relevancia si tenemos en cuenta que se trata de una nación de mayoría musulmana.
Sin embargo, la población local ha considerado que se trata de una prohibición total de la prenda islámica que, a ojos del Gobierno, sería una manera de garantizar la seguridad de todos los tayikos.
El ministro de Cultura, Shamsiddin Orumbekzoda, argumenta que muchas mujeres podrían emplear el velo para esconder algún artefacto que pueda poner en riesgo la seguridad. Es decir, el velo podría servir para que muchas mujeres oculten (según su criterio), por ejemplo, un cuchillo con el que perpetrar un robo o un atentado: "Es realmente peligroso", asegura el ministro.
El Ejecutivo de Emomalí Rajmón está llevando a cabo varias iniciativas legislativas que no están siendo bien acogidas por la población local. Entre ellas, la prohibición de sacrificar al cordero durante la celebración de los ritos fúnebres del 'Tercer Día', 'Cuadragésimo Día' y 'Aniversario'. También se ha prohibido tajantemente ofrecer cualquier tipo de comida a los asistentes.
También se ha prohibido que cualquier boda dure más de una jornada, una medida que puede suponer la destitución de aquellos funcionarios que se dispongan a incumplirla.
Las medidas se están aplicando en un país en el que el 98% de la población profesa la fe musulmana, por lo que las medidas piueden generar cierto rechazo en un país en el que no se practica una visión fundamentalista del Islam.
Seis millones de SMS
Pero el punto más controvertido de este paquete de medidas, sin duda, es el de la vestimenta. En una época en la que el Daesh promulga una visión completamente rigorista del Islam, el país asiático se está revelando.
"Cumple con la vestimenta tradicional Tajik", rezan los comunicados que, a través de mensajes SMS están recibiendo todas las mujeres en su teléfono móvil de manera diaria. Al menos se han enviado hasta seis millones de mensajes en este sentido.
Para ello, las mujeres deberán de abandonar las prendas islámicas para portar los considerados como tradicionales vestidos tajikos, ligeros y coloridos y de algodón o seda. Por supuesto, con el pelo al aire.
El Gobierno se está denominando en sus comunicaciones al velo como "vestidos no tradicionales" o "prendas extranjeras", un gesto que no ha sido del agrado de varios grupos a favor de los derechos humanos, que critican la imposición de una vestimenta desde el Gobierno.
En algunas localidades se han confiscado todas las prendas negras a disposición de los comercios y en marzo se llegó a afeitar la barba de 13.000 personas a manos de los funcionarios del Gobierno.
Desde el Ejecutivo consideran que este tipo de manifestaciones demuestran una "falta de civismo y pobre educación" y consideran que pueden ayudar a extender las ideas salafistas, que son las que amparan a los grupos yihadistas.