El presidente de Argentina, Javier Milei, ha modificado la cúpula de las Fuerzas Armadas, con cambios en las direcciones del Ejército, de la Armada y la Fuerza Aérea. Los cambios más importantes se han realizado en el Ejército, con el descabezamiento de la cúpula militar y la retirada de 22 generales, que ha sido interpretado como "un claro mensaje de empoderamiento" hacia los militares, según los analistas internacionales.
Se ha excluido a cualquier mando que tuviera vínculo con el peronismo. Con esta renovación, se aprueba la retirada de 23 generales de mayor antigüedad, incluyendo el ex jefe del Estado Mayor Conjunto, Juan Martín Paleo, dos tercios del cuerpo de mando, según publica el diario Clarín.
Esta renovación en el Ejército es la mayor realizada desde 2003, durante el mandato de Néstor Kirchner, y se produce en plena polémica en el país ante las leyes aprobadas contra las protestas sociales ante los recortes planteados en el Gobierno.
El Ejecutivo también mira en su nuevo giro en su política internacional, puesto que Argentina, bajo el nuevo mandato, tiene intención de estrechar lazos con mayor intensidad con países "que respeten la libertad", países entre los que Milei fijó como objetivo Estados Unidos e Israel, un cambio que se aprecia en la firma de contratos comerciales con Washington antes que con Pekín.
El Estado Mayor Conjunto, de hecho, quedará bajo el control de la Fuerza Aérea, que dirige Xavier Julián Isaac, proclive a la firma de contratos con Estados Unidos y alineado con esta política.
Ruptura
Milei rompe de este modo con el Gobierno pasado, con una vicepresidenta, Victoria Villarruel, hija de un exoficial que combatió en la guerra de las Malvinas. A pesar de todo, las carteras de Seguridad y Defensa han sido designadas para Patricia Bullrich y Luis Petri.
El presidente busca cambiar por completo el sistema económico, productivo y legal de Argentina para sustituirlo, ha defendido, por uno profundamente liberal en materia económica.
