Sus innumerables escándalos y problemas con Hacienda, por los que la Fiscalía está llevando a cabo varias investigaciones, parece que no son motivo para que el Gobierno le retire el título de rey y el tratamiento de "majestad" del que Juan Carlos I disfruta de forma vitalicia.
Así lo ha anunciado el Ejecutivo en su respuesta a una pregunta parlamentaria del senador de Compromís, Carles Mulet, que se interesaba por saber si, tras el anuncio de explorar junto a Zarzuela una posible ley que regule la Corona, el Gobierno se planteaba "revocar este título honorífico y vitalicio", que apunta que no está "contemplado en la Constitución" y que se le concedió en 2014, cuando abdicó en su hijo y actual monarca, Felipe VI.
"El tratamiento honorífico que se regula en el Real Decreto 470/2014, de 13 de junio, por el que se modifica el Real Decreto 1368/1987, de 6 de noviembre, sobre régimen de títulos, tratamientos y honores de la Familia Real y de los Regentes, está en línea con la senda de precedentes históricos y de la costumbre de otras Monarquías de nuestro entorno", indica el Gobierno en su respuesta.
Mulet, entonces, ha señalado que entre los países de nuestro entorno hay monarquías como la de Suecia o la de Holanda donde no existe esta figura y donde incluso los reyes suele dejar paso a sus herederos sin conservar ningún título.
El Gobierno ha replicado señalando, "sin ánimo de exhaustividad", que existen "situaciones semejantes" a la de la monarquía parlamentaria española, y cita las de Bélgica, con el rey Alberto II; Luxemburgo, con el Gran Duque Juan; o Japón, con el emperador Akihito, en cuyo caso "recibe el nombre de Daijo Tenno o Joko", apunta.
La respuesta no ha contentado a la formación valenciana, que acusa al Gobierno de "mentir para justificar el mantenimiento del título de emérito al monarca corrupto". En este sentido, sostienen que "la primera justificación fue argumentar que es una figura habitual en las monarquías de nuestro entorno", y replica que "en Bélgica no existe el título de emérito", en Luxemburgo "no existe rey, solamente un gran duque", y el de Japón " tampoco es rey sino emperador" y tampoco están en nuestro entorno ni comporta el título de emérito.
Ante esto, el Ejecutivo ha respondido que "en ningún extremo aparece la denominación de rey emérito". De hecho, lo de rey emérito fue una invención extraoficial que se fue popularizando.
En Compromís consideran aún más grave que esta respuesta que el Gobierno "justifique la no revisión de la concesión de este título a una persona que ha demostrado su actuación nada honorable".
Las investigaciones sobre el emérito
El emérito rey Juan Carlos permanece en Abu Dabi (Emiratos Árabes Unidos) desde el pasado 3 de agosto, cuando decidió trasladarse fuera de España ante las informaciones publicadas sobre su fortuna en el extranjero.
Sobre el patriarca de los Borbones pesan varias investigaciones. La primera del Supremo indaga sobre los 65 millones de euros que recibió Juan Carlos de Borbón de Arabia Saudí en 2008, en comisiones por el AVE a la Meca, y que, en 2012, transfirió a su entonces amante, Corinna Larsen. El fiscal del Tribunal Supremo, Juan Ignacio Campo, planea solicitar el archivo de esta causa, ya que los presuntos delitos se habrían cometido cuando aún era el Jefe del Estado, antes de su abdicación, por lo que está protegido por la Constitución que le otorga impunidad legal.
Menos suerte tendría si prospera la segunda investigación. Esta rastrea los movimientos de unas tarjetas black con fondos de un empresario mexicano que usaban el rey Juan Carlos de Borbón, la reina Sofía y también varios de sus familiares más directos, como las infantas Cristian y Elena y los hijos de esta, Froilán y Victoria Federica, y cuyos gastos no declaraban a Hacienda. Los movimientos financieros de esa cuenta y los gastos de esas tarjetas corresponden a los años 2016, 2017 y 2018, es decir, después de la abdicación del emérito.
Sobre este caso, don Juan Carlos regularizó su situación tributaria el pasado 9 de diciembre al pagar 678.393 euros a Hacienda, si bien la fiscalía mantiene en marcha su indagación para comprobar si pudiera tener otras deudas pendientes con el fisco.
La tercera investigación que en un primer momento encabezó Anticorrupción también tiene que ver con su fortuna: los fiscales investigan si Juan Carlos I escondió varios millones de euros en la isla de Jersey, en el Canal de La Mancha, una investigación abierta tras una alerta del Banco de España a Anticorrupción a través del SEPBLAC.