El Gobierno no hará oficial la investidura de Torra en el boletín oficial hasta que el presidente de la Generalitat no sustituya a los cuatro consellers que se encuentran o bien presos, como es el caso de Jordi Turull y Josep Rull, o bien en Bélgica, como Lluis Puig i Gordi y Toni Comín.
Hasta que no se efectúe el cambio y entren en el gabinete de gobierno cuatro personas sin antecedentes con la justicia, se mantendrá el 155. Como el Partido Popular se comprometió a levantar el artículo en Cataluña cuando se formara gobierno, lo que hará simplemente es no reconocer el actual al no publicarlo en el Diario Oficial de la Generalitat.
Desde Moncloa esperan que esta medida sea suficiente para lograr que Torra modifique su gabinete, con cuatro de los trece consellers nombrados fuera de Cataluña por motivos judiciales. Mientras se mantenga el 155, el presidente catalán será únicamente simbólico, no podrá ejercer como tal.
En caso de que Torra conserve el mismo equipo, la solución última del Gobierno pasaría por llevar el decreto al Tribunal Constitucional. Para ello, tendría que aprobar antes oficialmente los nombramientos. Además, se estima que el TC podría tardar hasta cinco meses en resolver el caso, enquistando todavía más la situación política en Cataluña.
PSOE apoya la decisión y Torra pide una reunión con Rajoy
Las reacciones no se han hecho esperar. El PSOE, a quien hace unos días Rajoy agradeció su "lealtad" en el conflicto catalán, se muestra de acuerdo con la prolongación del 155 hasta que Torra dé los pasos necesarios y designe otros consellers. El tercero en discordia, Ciudadanos, persiste en su propuesta de aplicar el artículo con más dureza sobre el territorio.
Por su parte, la presidencia de la Generalitat ha manifestado su sorpresa por la decisión de Rajoy, ya que esperaban que el presidente publicara en el boletín oficial el nombramiento del nuevo gobierno catalán. Torra, que no parece predispuesto a ceder con el asunto de los consellers, ha pedido una reunión con Rajoy lo antes posible, una circunstancia que no tiene visos de producirse en un futuro cercano.