La Fundación Nacional Francisco Franco custodia archivos secretos del gobierno franquista cuando deberían de estar en posesión del Gobierno. Así lo ha afirmado el propio Ejecutivo en una respuesta al parlamentario de Unidos Podemos, Alberto Garzón, que se había cuestionado si la asociación, de extrema derecha, tenía la capacidad de preservar unos documentos que, por norma general, suelen estar en manos de las administraciones.
El Ejecutivo de Mariano Rajoy ha afirmado que ya se ha puesto en contacto con la fundación para solicitarles que eliminen toda la documentación de consulta pública y les trasladen una copia para poder protegerlo convenientemente y que no se divulgue. La documentación mencionada tendría como fecha tope el año 1973, cuando Francisco Franco abandonó el Gobierno para ceder el testigo a Carrero Blanco.
En concreto, la fundación franquista posee documentación de la Secretaría de la Jefatura del Estado y de la Presidencia del Gobierno. A juicio del líder de Izquierda Unida, los archivos "deberían estar en la institución correspondiente y no en una entidad privada [...] Deberían permanecer en custodia en el archivo del Ministerio de la Presidencia y para las Administraciones Territoriales o en el Archivo General de Palacio".
Precisamente la organización recibió subvenciones para que organizasen su archivo, algo que permitió "la entrada en el Centro Documental de la Memoria Histórica y copia de la documentación", aunque no toda, que poseía la organización.
Sin embargo, parte de esos archivos se encontraban calificados como Secreto de Estado y no se permitió su divulgación. La actual legislación no establece plazos para que una información sea desclasificada y únicamente deja al Congreso la capacidad de tomar esta medida. En una legislatura sin mayorías absolutas, cabría plantearse la capacidad de la oposición para forzar la publicación de todos estos documentos.
Ahora habría que cuestionarse si es conveniente que los secretos de nuestro Gobierno, que no pueden ver la luz pública hasta que se decrete lo contrario, están a buen resguardo en manos de una fundación privada y sin la constancia total de nuestras administraciones. ¿Queda algo por ocultar?
La Fundación Nacional Francisco Franco
La Fundación Francisco Franco mantiene un archivo digitalizado sobre el período de la dictadura, 1939 a 1975, en el que se incluye documentación oficial sobre política nacional e internacional. Ofrece acceso a historiadores, profesores, periodistas o estudiantes que estén realizando tesis doctorales, tal y como afirman en su página web.
Sin embargo, hay dudas sobre la conveniencia de que una organización con un marcado perfil ideológico pueda custodiar una documentación oficial que debería pertenecer a todos. ¿Vetarían el acceso a personas que no comulguen con sus ideas?
Durante el Gobierno de José María Aznar, la asociación recibió cuantiosas subvenciones de las Administraciones Públicas con el fin de digitalizar su archivo. En concreto 146.811 euros para que el archivo se mantenga en las mejores condiciones posibles.
Sin embargo, llama la atención que una organización que se marcan como "objetivo prioritario la difusión de la memoria y obra de Francisco Franco" tenga tanto protagonismo social, cuando las cifras hablan de un horquilla de entre 150.000 y 400.000 muertes como consecuencia de la represión franquista, y casi 200.000 fusilados en campos de concentración. Precisamente el vicepresidente de la organización, Jaime Alonso García, aseguró que "el régimen de Franco sólo fusiló a 23.000 personas y no fue por capricho", en una entrevista concedida al diario El Mundo.
En comunicados oficiales, la organización se ha dedicado a mandar mensajes como "la España de Franco nunca morirá y nadie la borrará" o "Franco era la antítesis de Hitler" -a pesar de la famosa foto de Hendaya-.
Además, recientemente ha presentado una querella contra la alcaldesa de Madrid, Manuela Carmena, y la exedil de Cultura, Celia Mayer, por cumplir con la Ley de Memoria Histórica y renombrar las calles de la capital que hacían honor a personalidades vinculadas al franquismo.
En todo este debate, queda preguntarse: ¿tiene excesivo protagonismo una fundación que defiende las ideas de una dictadura de extrema derecha? ¿Por qué existe una Fundación Francisco Franco y no una para Mussolini o para Videla en Argentina?