El Boletín Oficial del Estado (BOE) anunciaba que tres organizaciones habían perdido la etiqueta de utilidad pública. No, no se emocionen antes de tiempo, ninguna de estas revocaciones eran para Hazte Oír, por lo que seguiremos sufragando al lobby ultraconservador un poco más.
Las damnificadas han sido la Asociación de Maestros y Alumnos Solidarios (MAYAS), Porque Viven y la Asociación Española de Alérgicos al Látex. MAYAS, una ONG fundada en 2009, se autodenomina en su web como una asociación que "ayuda a familias de España y Latinoamérica a romper el círculo vicioso de la pobreza, fundamentalmente a través de la educación". Indagando en su página, MAYAS se muestra como "una organización sin ánimo de lucro, aconfesional, apolítica y contraria a la discriminación por motivos de raza, nacionalidad, sexo o creencias religiosas". Igualito que Hazte Oír.
El colectivo Porque Viven destina sus esfuerzos al "desarrollo de los cuidados paliativos pediátricos", mientras que la Asociación Española de Alérgicos al Látex busca mejorar las condiciones de vida de aquellos que sufren este problema.
Las revocaciones solo se producen por motivos legales
A primera vista, sorprende que tres entidades como las analizadas no conserven la designación de entidad pública y organizaciones ultraconservadoras y con discursos discriminatorios (Hazte Oír es la más conocida, pero no la única), mantengan este privilegio. La explicación está en que el Gobierno únicamente hace uso de las revocaciones cuando las asociaciones no cumplen algún requisito legal. Es decir, que mientras Hazte Oír tenga los papeles en regla, seguirá disfrutando de ventajas fiscales, más allá de los mensajes de odio que pueda mandar a la sociedad.
En el caso de MAYAS, la revocación tiene que ver con unas cuentas no entregadas a tiempo en 2016, problema que se solucionó poco después, como asegura la organización a Público. No obstante, la entidad asegura que seguirá trabajando de la misma manera y con los mismos objetivos.
Por su parte, Porque Viven ha perdido la designación al modificar su estructura y pasar de ser asociación a fundación, circunstancia que les impide optar a la denominación de utilidad pública. Nada se sabe de la Asociación de Alérgicos al Látex, lo que parece indicar su disolución.
El año pasado varias organizaciones ultracatólicas, conservadoras, antiabortistas e incluso anticomunistas se integraron en el catálogo de las entidades con utilidad pública en España.