El presidente Argentino, Javier Milei, ha aprobado un nuevo decreto con 300 reformas que incluye la derogación de leyes, regulaciones estatales y habilita la privatización de 33 empresas públicas, entre las que se ha incluido la petrolera YPF.
El mandatario de ultraderecha extiende estas normas, al menos, hasta que el decreto sea revisado por el Congreso, donde el oficialismo se encuentra en minoría. El rechazo requiere del voto negativo de ambas Cámaras.
Milei ha pronunciado un discurso sobre su decisión, en el que ha mencionado algunas de las medidas que implementará en el país. Entre ellas se encuentra la derogación de las leyes que obligan a las empresas a garantizar el abastecimiento interno de alimentos y a los supermercados a señalizar los precios más bajos de algunos productos básicos. Además, se eliminan las normativas de promoción industrial en zonas desfavorecidas, el tope semestral en los precios para los alquileres fijado en la ley y la prohibición de privatizar empresas públicas.
En la nueva normativa también se han aprobado una completa libertad económica para las aseguradoras médicas, que podrán fijar libremente los precios en los tratamientos para sus pacientes. Además, se flexibiliza el seguro vinculado a los sindicatos.
Además, se elimina cualquier límite en la compra de terrenos para los ciudadanos extranjeros y no se fijará ningún tipo de restricción para la realización de operaciones en dólares en Argentina. Junto a estas medidas, el presidente también pretende implementar otras políticas que intentarán desregular el mercado laboral.
Protestas
Las propuestas defendidas por el mandatario han generado una reacción en la sociedad, con protestas en las calles, que han aglutinado más de 10.000 personas en las calles de Buenos Aires. A pesar de que obtuvo un 56% de los votos en la segunda vuelta, frente al candidato Sergio Massa, la contundencia de sus reformas ha generado fuerte polarización.
Los manifestantes han recorrido las principales avenidas de la capital y marchado al Congreso para denunciar el fuerte plan de recortes planteado por el nuevo Ejecutivo, puesto que consideran que supone el cambio de sistema hacia un estado de corte profundamente liberal, sin una mínima transición.
