El Gobernador de Tennesse, Bill Lee, del Partido Republicano, ha admitido que piensa firmar un proyecto de ley para que las agencias religiosas de adopción reciban dinero de los fondos públicos a pesar de que excluyan a las familias LGTBI.
El Senado, controlado por el Partido Republicano al que pertenece Lee, aprobó durante el primer día de la sesión legislativa de 2020 este proyecto de ley, después de que fuera aprobado por la Cámara en abril de 2019. Chris Walker, director de comunicación del gobernador estadounidense, confirmó que él mismo firmará el proyecto. No obstante, momentos previos a la votación del Senado, Lee decidió no posicionarse acerca del proyecto, respaldándose en que no se había leído aquellas dos páginas.
"Hemos empezado bien la sesión", añadió, bromeando, Steve Dickerson, el único republicano estatal que se opuso a ello. Aunque despierta sorpresa y estupefacción, la realidad es que Tennessee no será el único lugar en el que personas pertenecientes al colectivo LGTBI tendrán impedimentos para adoptar. Otros estados como Kansas, Oklahoma, Texas, Mississippi o Michigan ya han promulgado normativas similares. Entre esos Estados, tan solo Michigan acordó resolver una demanda con la que no rechazarían a los individuos LGTBI.
Trump, elaborando una regla con las mismas imposiciones
Por otra parte, a nivel nacional los partidos refutan estos proyectos alegando que las medidas son necesarias para proteger contra posibles demandas hostiles a las creencias. Sin embargo, las propuestas atacan los derechos LGTBI y limitan el número de familias calificadas que buscan adoptar a niños que realmente lo necesiten.
Paul Rose, patrocinador de este proyecto, añadió que "es únicamente sobre la libertad", a pesar de que sus medidas estén coartando la libertad de otros muchos. Asimismo, Rose dijo que el proyecto no es necesario, ya que la administración de Trump estaría preparando una regla que establecería las mismas limitaciones. No obstante, declaró que el proyecto de ley se había adelantado para este año ya que no se sabe con certeza si Trump volverá a ser elegido como presidente.
Si la propuesta de Trump consiguiera salir a flote, rompería una de las reglas que se estableció durante el pasado mandato de Obama, que impedía que las agencias de acogida recibieran fondos si discriminaban a las familias según su orientación sexual o identidad de género.
A pesar de ello, a los republicanos parece importarles bien poco y 20 senadores decidieron aprobarlo, mientras que otros cinco simplemente se declararon "presentes". El ya mencionado Dickerson fue el único republicano que se unió a los cinco demócratas presentes en el Senado a la oposición de esta ley, alegando que permitiría a los grupos a limitar familias en las que podría haber niños. "Esto tendrá un impacto fiscal directo en el estado, sin mencionar el impacto humanitario y el impacto emocional en aquellos niños que ahora estarán en un entorno de acogida durante más tiempo".
A pesar de que otros estados hayan adquirido leyes similares, cabe resaltar que en 2011 Illinois ya se negó a renovar su contrato estatal con las Caridades Católicas, que se negaban a ubicar a niños en familias con parejas del mismo sexo.
