La gingivitis es una enfermedad bucodental que padece un tercio de la población, convirtiéndose en la segunda enfermedad de este tipo más común, solo por detrás de las caries. Su desarrollo se produce como producto de una mala higiene bucal. El mal uso del cepillado o la escasez de él puede provocar una acumulación de placa en la base de los dientes, que al acumularse se convertirá en sarro y llevará a una inflamación e irritación de las encías, que llevará al sangrado.
Esta enfermedad se suele asociar a otros factores de riesgo, como fumar, sequedad bucal, falta de nutrientes como la vitamina C, enfermedades inmunodepresivas, dientes mal posicionados o cambios hormonales.
Si la gingivitis no se trata a tiempo puede ser que se desarrolle una periodontitis. Esto ocurre cuando la infección se expande y llega a los huesos que mantienen los dientes en su sitio, por lo que perderá sujeción y, a la larga, terminarán por desprenderse.
Se considera que la inflamación de las encías puede venir asociada a enfermedades respiratorias, diabetes, enfermedades de arterias coronarias, artritis rematoide y a accidentes cardiovasculares. Las bacterias que provocan la periodonitis pueden acceder al torrente sanguíneo a través de las heridas que se producen en las encías, y podrían afectar al correcto funcionamiento de los pulmones, el corazon y otras partes del cuerpo, pudiendo causar infecciones.
Según un estudio de la Universidad de Londres del año 2021, las personas con periodontitis poseen un 60% más de posibilidades de padecer hipertensión que una persona con las encías sanas, independientemente del sexo, la edad, el tabaquismo o el consumo de alcohol. Otro estudio de la Sociedad Española de Peridoncia y Osteointegración (SEPA) halló una relación entre las dificultades cardiorrespiratorias y la baja eficiencia muscular con las inflamaciones producidas por las enfermedades de encías.
Síntomas y prevención
Entre los síntomas más comunes podemos encontrar los siguientes:
Para poder adelantarse a los acontecimientos y evitar una gingivitis, hay varias formas de prevención que cualquier persona puede realizar. Lo principal y primordial es mantener una buena limpieza bucodental. Un lavado de dientes 3 veces al día, preferiblemente después de cada comida y el uso de hilo dental una vez por día puede ser suficiente para llevar una higiene personal que prevenga muchos tipos de complicaciones.
Las visitas periódicas al dentista son igualmente esenciales. Los expertos recomiendan acudir al dentista entre 1 o 2 veces al año, para poder pasar una revisión y realizar una limpieza, lo que esencial para eliminar el sarro.
Una alimentación saludable, el control del azúcar y no fumar pueden ser hábitos esenciales para poder prevenir estas afecciones.