Cuando alguien se decide a ver 'Gran Hermano VIP' suele saber que no es un programa cuyo contenido deba servir de ejemplo. Pero no debemos olvidar que parte de la audiencia carece de ese carácter crítico, normalmente porque se encuentran en una edad bastante influenciable, y es por eso que se debería cuidar al detalle todo lo que se emita. Recalquemos el debería, puesto que todos los que alguna vez hemos visto el programa sabemos que no se hace.
En esta edición estamos viendo multitud de comportamientos que jamás deberían servir como ejemplo a la audiencia. Comenzando por el acoso reiterado que ha sufrido Miriam Saavedra, así como la forma que esta ha tenido de defenderse y de atacar en según qué casos (porque aquí ninguno de los bandos se libra), los comentarios racistas y desproporcionados de Ángel Garó (aunque él continúa sin ser crítico consigo mismo), o los ataques verbales que Techi dirigió a Miriam antes de abandonar la casa, o la cultura de la violación que propagó Omar antes de ser nominado disciplinariamente. Pero hay cierta pareja que, a nivel personal, podría estar haciendo mucho más daño a toda la audiencia adolescente que consume este programa: Suso y Aurah.
Ambos han sido ejemplo, a lo largo de las semanas que llevan encerrados en la casa, de todo lo que representa el mito del amor romántico y hasta qué punto este es perjudicial y tóxico. Aurah ya ha señalado en más de una ocasión que su problema es que se quieren mucho, pero yo no puedo más que discrepar. Su problema no es cuánto se quieren, sino que se quieren muy mal. Porque no se respetan, sino que ansían poseerse. Se ven el uno al otro como una propiedad, como algo que atesorar, y no como una persona con la que compartir momentos y vivencias. Son, por desgracia para ellos y para todos los que les observan, el ejemplo viviente del amor romántico en toda su toxicidad.
Celos, peleas, insultos
Suso y Aurah se han querido mucho, o eso defienden ellos. Pero lo que nosotros hemos podido ver, como espectadores, son todas las veces que se han faltado el respeto. Las veces que Suso ha tachado a Aurah de una "mujer fácil" (como si eso fuera algo negativo), o las que la ha acusado de ligar con otros compañeros de la casa. O las veces que Aurah, cansada, ha terminado por responder con insultos a todas esos comentarios.
Por desgracia, lo que estamos viendo en la casa de Gran Hermano con esta pareja no es ni más ni menos que lo que muchos adolescentes (y no tan adolescentes) creen que deben ser las relaciones sentimentales, cuando nada más lejos de la realidad. Los motivos por los que Suso y Aurah han discutido siempre son los mismos: los celos patológicos del primero, que siente tal inseguridad que cree que Aurah acabará rompiendo con él para estar con cualquier otro. Y en este caso habría que resaltar varios detalles. El primero, que los celos provienen de una falta de autoestima de Suso. Por mucho que él se quiera a sí mismo físicamente, es innegable que a nivel mental o personal no se tiene en muy alta estima, porque se ve incapaz de saciar en este aspecto a Aurah. Cree que ella se acabará cansando de él, que su relación tiene fecha de caducidad. La única solución en este sentido es que Suso trabaje su amor propio, y no solo hacia su físico, sino hacia su interior. Es difícil, y el joven tendrá un gran trabajo por delante, pero no es imposible.
El segundo detalle a tener en cuenta es que se ha reiterado en multitud de ocasiones que Aurah es la primera pareja seria de Suso, y que es su inexperiencia lo que le hace comportarse de esta forma. Esto no es cierto: no es su inexperiencia, sino su inseguridad, lo que le hace ser así. Y de nuevo volvemos al primer punto, puesto que este es la clave de los celos.
Por último, no hemos de olvidar que los celos tienen también una base de posesividad. Es muy común, aunque no por ello positivo, ver a la pareja como una posesión, como algo que solo yo puedo tener, y que nadie más debe siquiera mirar. Esto puede acabar derivando en control, en toxicidad, en peleas y discusiones constantes... Como hemos podido ver en el ejemplo de Aurah y Suso.
No debemos lapidarles por sus errores, sino enseñarles
Señalar todo lo negativo que estamos viendo en la relación de Suso y Aurah no debería servir jamás para lapidarles. Suso, por ejemplo, ya ha demostrado en más de una ocasión ser una persona con una gran capacidad de autocrítica. Pese a su carácter provocar y a sus contestaciones, es el primero en agachar la cabeza cuando se le señala un error. No siempre aprende de ellos a la primera, pero no todo el mundo tiene la misma capacidad en este sentido.
De poco sirve criticarles por ejemplificar el problema de las relaciones entre jóvenes a día de hoy, puesto que ellos no están más que repitiendo el patrón que conocen. Lo que se debería hacer es cogerles como ejemplo de lo que no debe hacerse, y explicarles, tanto a ellos como a los que les ven, que el amor romántico no es más que un mito que debe ser desmitificado por completo. Que el amor no es posesión, que los celos no son una prueba de cuánto quieres a la persona, y que la media naranja no existe, sino que cada uno debe ser "fruta entera y madura", como bien señala Ismael Serrano.