La gestación subrogada ha suscitado múltiples debates a lo largo de los años, que han ido implícitos en su propia nomenclatura: alquiler de vientres o maternidad subrogada son los más empleados. Se trata de un debate que ha llevado a establecer regulaciones diferenciadas entre países, entre quienes consideran que supone un dilema ético, ya que establece una relación de poder económico entre las clases más pudientes y lleva a las mujeres más vulnerables a someter su propio cuerpo cuando no tienen otra alternativa (además, exponen alternativas como la adopción) ; y quienes consideran que se trata de un asunto de simple libertad individual.
En España no se permite esta práctica, pero sí en otros países como Estados Unidos. Algunos famosos han recurrido a ella, entre los que se encuentran Miguel Bosé, Carmen Cervera, Cristiano Ronaldo y, ahora, Ana Obregón, que acaba de ser madre a los 68 años.
En los procesos de gestación subrogada, siempre que sea posible, los óvulos y espermatozoides son donados por los padres de intención, para que se establezca una relación biológica. De esta forma, la mujer gestarte solamente aporta el útero para mantener el embarazo y dar a luz el futuro bebé, algo que no siempre sucede. Después de que se haya producido el parto, el bebé se entregará a los padres de intención.
Cuando se firman los contratos de intención de los vientres de alquiler, se exigen derechos y obligaciones por cada una de las partes, sobre todo por parte de la madre gestante. En estos acuerdos, se aclara que la finalidad del contrato es que los padres biológicos "encargan" un bebé y que la madre gestante "se compromete a llevar a término el embarazo y dar a luz el bebé con ayuda de las técnicas de reproducción asistida".
La situación en España
En España, se prohíbe por completo la gestación subrogada. Además, existe un práctico consenso entre los partidos políticos, con la excepción de Ciudadanos, la única formación que se ha mostrado hasta la fecha abiertamente partido de una regulación al respecto.
La Ley 14/2006 prohíbe estas prácticas en España. Quienes tengan la intención de recurrir a los vientres de alquiler, deben viajar a un país extranjero, entre los que se encuentran Estados Unidos, Israel o India. España contempla penas de cárcel entre uno y cinco años, así como inhabilitación especial para ejercer el derecho a la patria potestad y tutela durante el tiempo de cuatro a diez años.
Además, la prohibición de la gestación subrogada se ha reforzado en la reforma de la ley del aborto aprobada por el Congreso de los Diputados en febrero, que también refuerza la ilegalidad de lo que se conoce como gestación por sustitución, que también está prohibida mediante el control de la publicidad de las agencias de intermediación.
A pesar de todo, la ley no es implacable y sí permite que los hijos se registren como tal cuando se han tenido fuera de nuestras fronteras. En 2010, una instrucción de la Dirección General de Registros y Notariado permite la inscripción de los niños en el Registro Civil como hijos cuando los padres tengan la nacionalidad española y el nacimiento se haya producido en un país que permita por ley el procedimiento. Además, sería necesaria la existencia de una resolución judicial que tutele el proceso al completo.
