Buscar
Usuario

Política

La época en la que el Partido Popular no renegaba públicamente de la extrema derecha

La formación conservadora procedía al completo de un núcleo de poder de la dictadura que no quiso quedar al margen de los nuevos tiempos.

Redacción

17 Octubre 2017 14:08

Uno de los principales motivos por los que en España no existe un partido de extrema derecha, tiene un nombre: Partido Popular. La capacidad de la formación conservadora de abarcar desde el centro hasta las capas más conservadoras de la sociedad le ha permitido convertirse en la alternativa de gobierno a un PSOE que ha gobernado durante gran parte del último período democrático.

Los vaivenes de identidad de la formación conservadora se han evidenciado durante toda su trayectoria. La última prueba: cuando el PP de Madrid pasó de ser "liberal y conservador" (liberal en cuanto a economía de mercado, no se confundan) a "centro-reformista, y punto" como exclamó Cifuentes en el último Congreso regional.

Sin embargo, en los inicios del Partido Popular, la formación nunca renegaba de su vinculación con un régimen del que, como todos sabemos, partió.

Contando con la base de que Manuel Fraga, ministro de Información y Turismo durante la dictadura, fue el fundador de Alianza Popular; cabe no olvidar que el político se rodeó del núcleo duro del régimen que, antes de la caída del franquismo, había renegado del proceso de 'arakiri' con el que la dictadura cayó, sin violencia y a través de sus propias instituciones.

Fraga, considerado hombre moderado en el régimen, no renegó de los votos de las bases franquistas para conseguir apoyos. Y, como no podía ser de otra manera, la estrategia le costó escaños: tan solo 16 en el Congreso de los Diputados. Una cifra que ponía en riesgo su desaparición. En aquellos momentos, durante la celebración del primer congreso de la formación, nadie dudaba de la naturaleza de AP. Observen esta mítica portada de Diario 16:

Diario 16 no dudaba en vincular a AP con  la continuidad del franquismo
"Diario 16 no dudaba en vincular a AP con  la continuidad del franquismo"

La posición de inmovilismo de la formación se materializó en la votación de la Constitución en el Parlamento. En la legislatura constituyente de 1977, AP consiguió cinco escaños. De sus parlamentarios, dos de ellos votaron a favor de la Carta Magna, dos en contra y otro se abstuvo. La dirección del partido aseguró que la diversidad de opiniones se originaba en que el partido no se había constituido como tal.

Sin embargo, nadie duda de que los 'siete magníficos', como se llamó a los siete fundadores del germen del Partido Popular, procedían al completo del Ejecutivo de Francisco Franco. Todos habían sido exministros de la máxima confianza del dictador.

En concreto, este grupo se constituía de Manuel Fraga, Cruz Martínez Esteruelas , Federico Silva Muñoz, Laureano López Rodó, Enrique Thomas de Carranza, Gonzalo Fernández de la Mora y Licinio de la Fuente.

En conversaciones con El País en 1976, Fraga aseguró que su intención era la de "aislar a la extrema derecha y traer a las fuerzas conservadoras hacia el centro". Parecía difícil, sin embargo, vincular a los exministros de una dictadura con el centro político.

Tras la subida espectacular que le brindó la caída de UCD (que no resisitió la salida de Suárez), la AP se vio relegada a la oposición tras las continuas victorias de un PSOE de Felipe González que poco a poco iba desgastándose por las tramas de corrupción política y económica.

Finalmente, en 1989, la formación termina refundándose con el nombre de Partido Popular tras la dimisión de Fraga. Comienza el viaje hacia el centro-derecha encabezado por un José María Aznar procedente de la Junta de Castilla y León que por aquel entonces mantenía un discurso político mucho más moderado que el actual. A pesar de todo, Aznar fue amparado por su antecesor, Manuel Fraga.

Fraga favoreció la candidatura de Aznar para refundar Alianza Popular
"Fraga favoreció la candidatura de Aznar para refundar Alianza Popular"

El Partido Popular, poco a poco, fue abandonando su pasado. Fraga, relegado a un segundo plano, aunque como figura indispensable: crearon el relato de que ayudó a transformar la dictadura en democracia evitando un derramamiento de sangre.

Con un PP renovado, en la actualidad no quedan voces relacionadas con aquellos tiempos. A lo sumo, la de Alberto Ruiz Gallardón, hijo de José María Ruiz Gallardón y participante de la fundación de Alianza Popular. Actualmente imputado en la Trama Lezo, su carrera política puede darse por finiquitada.

Sin embargo, el actual PP, que se debate entre las tesis de plataformas más conservadoras como Libres e Iguales o el club Floridablanca (actualmente debilitadas) o el centro-derecha representado con personalidades como Andrea Levy o Cifuentes; continúa aglutinando a un votante que abarca desde el centro hasta la extrema derecha. El fracaso de partidos como VOX son la prueba más concluyente de ello.

A pesar de todo, el Partido Popular continúa sin condenar el franquismo, bloqueando la Ley de Memoria Histórica y, en muchos casos, manteniendo a la cúpula del franquismo con honores en muchas calles, plazas y pueblos de España. Un pasado del que, 40 años después, parecen no ser capaces de separase.

Artículos recomendados

Contenidos que te pueden interesar