La segunda temporada de 'Soy Georgina' que se estrenaba el pasado 24 de marzo ya ha cosechado un gran éxito en la plataforma de streaming Netflix, donde se ha situado como la número uno en visualizaciones. La docuserie muestra la vida de la mujer del famoso futbolista Cristiano Ronaldo, que también ha conseguido hacerse su propio hueco en el mundo de las celebrities y tiene un gran seguimiento en redes sociales/strong>.
La historia de Georgina Rodríguez cuenta con unos orígenes muy humildes que ya consiguieron cautivar a muchos de sus fans. Con el estreno de la primera temporada de este reality el año pasado, se acabó ganando la simpatía de muchas otras personas. Esto se debe principalmente a lo natural y sin tapujos que se muestra ante las cámaras. La segunda entrega no está siendo menos e incluso en uno de sus capítulos se le ha escapado un detalle muy íntimo de su vida con el portugués.
Una historia de tatuajes
La influencer se encontraba en una de las escenas acompañada de su séquito de amigos y amigas a los que llama cariñosamente como "Queridas". Casi todos han formado parte de la vida de Rodríoguez antes de que empezara su relación con Ronaldo y son personas recurrentes en la mayoría de los capítulos de la serie.
Ahora, gracias a la fama y fortuna que ha adquirido su amiga, disfrutan de todos los privilegios mientras mantienen su amistad, incluso varios de ellos incluso trabajan para ella. La modelo estaba enseñándoles los resultados de la obra en la nueva casa en Madrid de la pareja mientras le contaba una de sus anécdotas con el futbolist.
La protagonista del documental contaba que tras tatuarse en los brazos, no podía mojárselos debido al proceso de curación. "No nos metimos en la playa y me forré los brazos de esparadrapo el primer día", explicaba. "Había evitado bañarme en la playa, pero llegué a casa y me dijo Cris de ir al spa", continuaba.
"Estaba súper rayada con los brazos arriba en el spa para que no se mojaran. Estaba hasta los cojones de estar con los brazos así. Además, en la piscina de casa no hago pie casi y digo: 'Me rindo'", confesaba Georgina, a lo que uno de sus amigos, Iván García, lanzo una broma: "El amor lo podríais haber hecho en la cama no en el spa". "No, lo hicimos...", se le escapa a la celebrity.
Ivana, la hermana de la modelo, preguntó muy sorprendida: "¿Hicisteis el amor en el spa?". Georgina no volvió a decir más sobre el asunto, pero empezó a tener una risa nerviosa. "Uy esa risa", "se ha puesto nerviosa" bromeaban los presentes. "Que no lo oiga Cristiano", terminó por decir su amigo Iván, zanjando el tema que ya no pudo ocultar la protagonista.
