La portavoz de la Generalitat de Cataluña, Meritxell Budó, ha asegurado que ,con una Cataluña independentiente, se habrían adoptado medidas "15 días antes" y que "los datos" de contagiados y fallecidos "serían diferentes". Y añade: "Probablemente no tendríamos ni tantos muertos, ni tantos infectados".
La afirmación de Budó se ha producido en una entrevista en Ràdio 4, pero posteriormente ha insistido en ella durante una rueda de prensa ante los medios, donde ha criticado la "recentralización" en el estado de alarma. Esta afirmación, de hecho, forma parte del argumentario del sector postconvergente que replica en redes, también, a través de bots y cuentas afines.
Sin embargo, la realidad es bien distinta. Ni la Generalitat, ni siquiera el independentismo, ejercieron el oráculo del que ahora presumen. Más bien lo contrario: el gobierno catalán fue por detrás de algunas comunidades autónomas e incluso calificaba sus medidas como "exageradas". Incluida la propia Budó. Vamos a analizar los pasos del Govern durante los días previos al estado de alarma, que se aprobó el 14 de marzo:
25 de febrero Primer positivo en Barcelona
El primer positivo en la península se registró en Barcelona. Fue en ese momento cuando la Generalitat acordó impulsar la denominada como Estrategia de las emergencias asociadas a enfermedades transmisibles emergentes de alto riesgo, sin concretar más detalles.
Meritxell Budó dedicó tan solo un minuto a mencionar esta situación. La gran mayoría del tiempo que dedicó a su rueda de prensa se centró en la mesa de diálogo entre el Gobierno central y la Generalitat de Cataluña, una "prioridad" entonces para Ejecutivo de Quim Torra.
Durante ese minuto que se dedicó al coronavirus, Budó lanzó "un mensaje de tranquilidad" a la población y afirmó que el Govern tenía todo bajo control para frenar la expansión del coronavirus.
28 de febrero Acto multitudinario en Perpignan
Tres días después de que se registrase el primer caso en Barcelona, el expresidente catalán Carles Puigdemont se acercó a la vecina localidad de Perpignan para organizar un mitin multitudinario.
Allí, se dieron cita alrededor de 150.000 personas según los organizadores. No hubo ningún tipo de medida de seguridad, a pesar de que ya se encontraba en la fecha de "15 días antes" del estado de alarma, en el que Budó aseguraba que habría activado el confinamiento. Por cierto, Meritxell Budó fue "a título personal" a aquellas movilizaciones.
10 de marzo "No hay motivos para cancelar la feria de Educación para el 18 de marzo"
El 10 de marzo, la consellera de Salud, Alba Vergés, concedió una rueda de prensa en la que se negó a suspender el Salón de Enseñanza, una convocatoria multitudinaria que se preparaba en la Fira de Barcelona, porque no encontraba "una razón objetiva" para impedir la celebración de este evento.
En aquella jornada, la Comunidad de Madrid, La Rioja y Vitoria ya habían cerrado las aulas. "Hoy por hoy no tenemos evidencia de que el coronavirus circule libremente por Cataluña", aseguro en una entrevista con Catalunya Ràdio cuatro días antes de la activación del estado de alarma por parte del Gobierno central.
El Salón de Enseñanza se iba a celebrar entre los días 18 y 22 de marzo, algo que hace pensar que la Generalitat de Cataluña se abría, todavía aquella jornada, a descartar confinamientos. Un día después y con multitud de críticas desde todos los ámbitos, el Govern aplazó el encuentro.
10 de marzo Meritxell Budó: "Ahora mismo no hay motivos para aplicar las medidas que se han asumido en otras comunidades"
El mismo día en el que se mantenía el Salón de Enseñanza, la portavoz del Govern, Meritxell Budó, descartaba oficialmente la adopción de medidas drásticas para frenar la pandemia del coronavirus.
"Aquí y ahora, los casos en Cataluña están controlados", aseguró entonces Budó en una rueda de prensa con los medios. Una de las medidas descartadas fue, precisamente, el cierre total de las aulas que ya se había aplicado en la Comunidad de Madrid, La Rioja o Vitoria.
"Ahora mismo no hay motivos para aplicar las medidas que se han asumido en otras comunidades, el número de casos es muy inferior y de momento podemos determinar la trazabilidad de las infecciones y los contactos", aseguró Budó, como recogió entonces La Vanguardia. La principal medida que se anunció aquel día fue, precisamente, la suspensión de las prácticas universitarias en todo el sistema sanitario catalán.
La portavoz también reconoció que el teléfono de atención al coronavirus, el 061, estaba colapsado, algo similar a otras autonomías. La principal diferencia: las llamadas se cobraban al usuario, a diferencia del resto de territorios. Un coste que no se retiró hasta el pasado 12 de marzo, dos días antes del estado de alarma.
14 de marzo Budó avisa que no permitirá "una invasión competencial" con el estado de alarma
Un día antes de la aprobación del estado de alarma, en mitad de las críticas y con el estado de alarma ya comunicado a las autonomías, Quim Torra pide confinar Cataluña. Y con todo este bagaje, la activación del estado de alarma se produjo el 14 de marzo por parte del Gobierno central, que asumió las competencias para luchar contra el coronavirus.
Lejos de ofrecer cooperación, la portavoz del Govern se mostró contraria porque consideraba que se trataba "de una invasión competencial". En aquella rueda de prensa, sin aportar propuestas, Budó criticaba: "No permitiremos que se vulneren nuestras competencias".
A partir de aquí, cuando se empezó a comprobar la verdadera magnitud de la pandemia del coronavirus, el Govern decidió hacer 'borrón y cuenta nueva'. Olvidó su distancia del cierre de escuelas aplicado en Madrid, Vitoria o La Rioja. El acto de Puigdemont. Las intenciones de celebrar eventos multitudinarios en la Fira de Barcelona el 18 de marzo. Su distancia respecto a las medidas más restrictivas de otros territorios. Y decidió volver a confrontar con el estado vendiendo humo, asegurando que habría tomado medidas con mayor rapidez, sabiendo que nunca se plantearon esa posibilidad seriamente.