La Generalitat de Cataluña tiene previsto que su territorio se adapte a los horarios europeos en un plazo de ocho años, cuando la secesión sea ya completamente definitiva e irreversible.
La base del cambio propuesto es avanzar dos horas la actividad laboral y privada de la ciudadanía, para lo cual se tendrá que comer a la una de la tarde y cenar a las ocho. El Pacto suscrito prevé conseguir la plena transformación en el año 2025.
El anuncio parte de la Consejera de Presidencia, Neus Munté, cuya propuesta ha conseguido algo insólito en el Parlamento catalán, muy fraccionado por las tensiones independentistas: en este caso ha habido una unanimidad completa.
Todos los grupos, incluido el Partido Popular, han apoyado esta propuesta, que parte del Consejo Asesor para la Reforma Horaria. La idea prevista es realizar el cambio de un día para otro, con un "momento cero" similar al que se aplicó durante la introducción del euro.
Sin embargo, la Generalitat ha llegado a la conclusión de que la idea debe de madurar, alcanzando poco a poco acuerdos con las pequeñas y grandes empresas, sindicatos, comercios, cadenas de televisión y asociaciones de padres y profesores.
El acuerdo previsto es de "mínimos", tal y como señalan desde Junts Pel Sí, que ha querido encontrar el máximo consenso para aplicar una medida que, finalmente, cambiará la vida diaria de todos los ciudadanos catalanes.
El cambio afectará incluso a la educación en los colegios. A partir de ahora se introducirá el almuerzo en los colegios con anterioridad para que los pequeños estén en casa entre las tres y las cuatro de la tarde comidos.
Se trata de un proceso homólogo al realizado por el Gobierno de España, que creó una mesa dirigida por la Ministra de Trabajo, Fátima Báñez, para coordinar una reforma que permitiese que las empresas mantuviesen una jornada laboral que finalice a las seis de la tarde.
Ahora, la Generalitat se dispone a evaluar el coste económico de toda esta reforma en todos los sectores de la sociedad y a buscar el compromiso y nivel de aprobación con el que realmente se cuenta entre los diversos actores sociales.
Estos son los puntos clave de la reforma:
1 Mayor flexibilidad laboral
El Pacto propone que los trabajadores abandonen antes el puesto de trabajo y que el tiempo destinado a la comida se limite a una hora como máximo.
También se apuesta por el fomento del teletrabajo y sobre todo por la flexibilidad, como la creación de una bolsa de horas trabajadas que permita, en los días que sea necesario, que el empleado abandone antes el centro de trabajo.
Con todo ello, consideran que se puede aumentar exponencialmente la productividad por hora trabajada, que actualmente es una de las más bajas de Europa, a pesar de que somos los que más tiempo pasamos en el trabajo.
2 Ir antes a la cama
Los nuevos horarios también implicarán que nos acostemos antes de lo que lo hacemos ahora. Para ello, es fundamental la colaboración de todos los actores sociales, en especial, de los medios de comunicación.
Para ello, la Generalitat propone avanzar por ley el horario de máxima audiencia de la televisión, que actualmente es uno de los más tardíos de Europa. También se quiere prohibir la programación infantil nocturna y avanzar las actividades extraescolares y deportivas
3 Cierre de comercios
Las tiendas cerrarán, como máximo, a las siete u ocho de la tarde si prospera esta reforma. Los trabajadores contarán con pausas breves a mediodía.
Además, los horarios comerciales se tendrían que ceñirse a la salida de los trabajadores de la oficina, ya que la reforma tiene la intención de globalizar todos los aspectos diarios.