La última Diada, celebrada el pasado 11 de septiembre de 2018, estuvo centrada en pedir "la libertad de los presos políticos y exiliados y la libertad colectiva del pueblo al que representan". La cifra de las arcas públicas a la que asciende el presupuesto utilizado por el Govern de la Generalitat es de más de 640.000 euros.
Elsa Artadi, consejera de Presidencia y portavoz del Gobierno catalán, así lo declaró bajo demanda de Ciudadanos en el Parlamento. Un total de 402.999 euros se destinó al diseño y organización de la Diada y el espectáculo de clausura en la plaza Sant Jaume.
Las arcas del Departamento de Presidencia, controladas por la propia Artadi, son las que financiaron este acto que simboliza la recuperación del ejecutivo catalán después de que el Gobierno de España aplicara el artículo 155 ante el referéndum ilegal.
El acontecimiento consiste en el traslado de la llama del Canigó, símbolo de la unidad de los autodenominados Països Catalans, desde el Parlament al interior del Palau de la Generalitat.
Más de 200.000 euros utilizados sólo en publicidad
A los más de 400.000 euros gastados en la producción de la Diada se le suman 206.533 que Vicepresidencia, dirigida por el republicano Pere Aragonès, se gastó en la publicidad. Según confirma el diputado de Ciudadanos Carlos Carrizosa, se destinaron 189.000 euros a la publicidad institucional y 17.300 euros en la "creatividad" del cartel que mostraba las cuatro franjas de la bandera de Cataluña tapadas con "la cinta adhesiva con la que han querido silenciar a las instituciones nacionales".
A pesar de las críticas de los demás partidos, la Generalitat basó la defensa de su cartel en querer "reflejar la falta de libertad de expresión que se vive en estos momentos en Cataluña a través de un elemento que simboliza las bocas tapadas de la censura".
El resto del presupuesto se centró en conmemorar la Diada en las delegaciones y embajadas de la Generalitat en Madrid y en el extranjero. El Departamento de Exteriores de la Generalitat utilizó 13.500 euros para alquilar espacios, cátering y actuaciones musicales para conmemorar la Diada de los "presos políticos y los exiliados" en Bélgica, Suiza y el Reino Unido.