La Generación Z se presenta como una generación plenamente digital. Han crecido en un entorno 100% virtual y se desenvuelven en la comunicación en redes sociales y en otras capacidades de la red. Pero, en el camino, han empeorado en algunas de las habilidades que han acompañado al ser humano desde su existencia, como es la escritura a mano.
Con el aumento de las pantallas y los teclados, los jóvenes se alejan de la tinta para abrazar los mensajes resumidos y abreviados, simplificando su comunicación y sus interacciones. Los expertos y educadores están preocupados por la dependencia a los aparatos digitales y por el efecto que esto está teniendo sobre la comunicación escrita de los jóvenes.
Los efectos que más se están observando van desde el empeoramiento de la caligrafía hasta la dificultad de comunicar las ideas de una manera clara y estructurada en los textos escritos.
La digitalización es parte del problema, pero no es el problema
Siempre que se hablan de sucesos de este estilo se echa la culpa a la digitalización, pero la culpa no es plenamente suya. Unos investigadores de la Universidad Noruega de Ciencia y Tecnología realizaron un estudio en el que ponían a prueba los distintos resultados obtenidos al tomar apuntes con teclado y con un lápiz digital .
Los resultados demostraron una mayor actividad en las áreas del cerebro relacionadas con el aprendizaje, la formación de memoria y la codificación de información en las personas que hicieron uso de lápiz digital.
Con el aumento de las evaluaciones tipo test en el ámbito universitario, las habilidades de comunicación escrita de muchos estudiantes en los últimos años han estado cada vez menos presentes.
La profesora Audrey Van der Meer, encargada del estudio, menciona en el escrito la importancia de escribir manualmente, ya que esto ayuda a los individuos a recordar las palabras. El uso del bolígrafo ayuda a los procesos cognitivos del aprendizaje y mencionó también la importancia de este estilo de trabajo en las etapas de crecimiento de los niños, como puede ser a los 12 años.
En las conclusiones del estudio, Van der Meer deja claro que no se aprende mejor de una manera u otra, ni unos métodos son de personas más inteligentes que otras. La profesora busca destacar las evidencias que demuestran que algunos estudiantes han encontrado facilidades en el momento de aprender y recordar lo visto en sus clases al tomar apuntes a mano.