Un grupo de activistas LGTBI, que se hace llamar Gays por Putin, ha anunciado planes para realizar una manifestación en apoyo al presidente ruso para las elecciones presidenciales del próximo 18 de marzo. Han pedido permiso para realizarla el 3 de ese mes en el centro de San Petersburgo, la ciudad en la que se aprobó la primera ley rusa contra la "propaganda" homosexual y que también es el lugar donde nació el "adorable" líder ruso. Esperan atraer a unos 600 simpatizantes.
No os lo toméis en serio. La marcha es en forma de burla. La iniciativa se produce días después de que una campaña homófoba advirtiera a los rusos sobre las consecuencias involuntarias de no votar en las elecciones del 18 de marzo. El spot político homófobo y racista llama a los rusos a las urnas para evitar la convivencia con personas de otras razas y con homosexuales.
El vídeo comienza justo la noche antes a las elecciones, cuando una mujer le dice a su marido que ponga el despertador a las nueve de la mañana para que vayan a depositar su voto pronto. Pero el marido se ríe de ella porque dice que su decisión no contará para elegir presidente, así que decide apagar la alarma. El hombre despierta al día siguiente y se encuentra con un mundo horrendo para él: tiene que ir al ejército con 52 años y vive con un hombre gay.
¿Un "Orgullo" encubierto?
"Decidimos expresar el ímpetu de la comunidad gay al apoyar abiertamente a Vladimir Putin como candidato presidencial", dijo el grupo en un comunicado publicado este lunes 26 de febrero. Después de presentar su solicitud para la manifestación, los miembros del grupo supuestamente asistieron a un servicio de la iglesia en la cercana catedral de Smolny "para orar por el éxito del buen esfuerzo". Prometieron usar la manifestación para elogiar a Putin por "firmar leyes que fortalecen los fundamentos morales de la sociedad rusa" y por "premiar a los gays distinguidos en Rusia con órdenes y medallas".
Con el humor por delante y con fines de trolear al sistema ruso, el grupo pide que la gente acuda a la manifestación con banderas arcoíris y rusas, cuadros de Putin y pancartas. ¿Y no van a vetar esta manifestación? Pues si lo que piden va a ser tu voto (aunque piensen lo contrario), Putin podría no oponerse. Sin embargo, nadie duda en lo divertido que pueden ser las excusas para no autorizar una manifestación de apoyo en la que se va a corear que es un magnífico dirigente para la nación.
En las redes sociales rusas hay bastante discusión sobre esta idea que en el fondo es una forma de organizar una especie de Orgullo LGTBI encubierto saltándose las leyes rusas contra la "propaganda homosexual". Hay que esperar para ver cuáles son las reacciones del presidente y de su partido.
