La homofobia expande sus alas en Europa en función del crecimiento de la extrema derecha. Si en España encontramos a VOX, en Fracia al Frente Nacional y en Italia a Liga Norte, en Polonia está Ley y Justicia (PiS por sus siglas en polaco), partido que gobierna el país centroeropeo desde 2015. Su última cruzada es contra el colectivo LGTBI, vulnerando sus derechos y libertades más básicos.
Apelando a la intolerancia y al odio, la formación ultraconservadora presenta a gays, lesbianas, transexuales y bisexuales como una amenaza contra los valores fundamentales de Polonia, contra la familia y contra la iglesia católica. Además, señalan que el colectivo del aroiris solo busca sexualizar a los niños, fomentar la pederastia y difundir el libertinaje sexual.
"No queremos que nos impongan los decadentes valores occidentales. Tenemos que luchar para defender a la familia polaca, porque el colectivo LGTBI es una amenaza para la civilización, no solo para Polonia o Europa, sino para toda la civilización basada en el cristianismo", ha proclamado Jaroslaw Kaczinsky, líder del PiS.
El partido de extrema derecha basó primero su estrategia electoral en el miedo a los inmigrantes y ahora le ha llegado al turno a la comunidad LGTBI. Especialmente graves fueron las palabras de una diputada de la formación ultraconservadora, que afirmó que "los gays quieren adoptar niños para abusar de ellos y violarlos".
Y es que en Polonia, el término "pedófilo" ha comenzado a utilizarse contra las personas homosexuales. Tal es así, que un sacerdote polaco afirmó a través de la radio que las siglas LGTBI en realidad significan "pedófilos, zoófilos y necrófilos" que quieren convertir a los polacos en "erotomaníacos estériles". El gobierno y el clero polaco se han dado la mano abrazando la LGTBIfobia.
La situación del colectivo LGTBI en Polonia
En Polonia, las uniones civiles entre personas del mismo sexo no están permitidas. Además, según recogen algunas organizaciones, tres de cada cuatro personas del colectivo LGTBI sufren agresiones físicas en algún momento de sus vidas, situaciones que se están multiplicando a causa de este tipo de mensajes de odio que se dan desde el gobierno y la iglesia.
Tal es la situación que en la manifestación por la igualdad celebrada en Cracovia el pasado sábado 25 de mayo, los 10.000 asistentes tuvieron que ser protegidos por la policía de los ataques de los grupos ultras, que amenazaron a los manifestantes. Uno de los símbolos que más se vio en la concentración fue el de la virgen negra de Czestochowa coronada por un arcoiris.La autora de esta composición está siendo procesada por "herir los sentimientos religiosos" de los católicos. Una diputada del PiS advirtió que la fiscalía perseguiría a todo aquel que difundiera esta imagen.
Según Bartosz Staszewski, activista LGTBI de Polonia, "el PiS necesita un enemigo, alguien que despierte miedo. Antes eran los inmigrantes, ahora es la gente LGTBI". Cuando en febrero el alcalde de Varsovia, Rafal Trzaskowski, firmó una declaración respetando los derechos del colectivo, se armó una buena polémica siendo acusado, incluso, de "legitimizar la pedofilia". Así está la situación en Polonia.