El Corte Inglés se encuentra en pleno proceso de cierre de centros comerciales con el objetivo de equilibrar sus cuentas y modernizar su modelo de negocio. La firma justifica sus recortes en la elevada deuda de más de 3.000 millones de euros contraída durante la etapa de Isidoro Álvarez al frente del grupo.
De manera paralela, la firma se está preparando para crear una nueva empresa. Se trata de Servicios Integrales El Corte Inglés, bautizada internamente como Sicor, un 'holding' con el que el grupo intentará competir en el mercado de los sectores de limpieza, mantenimiento, seguridad y alarmas.
La enseña del triángulo verde quiere reducir la dependencia de los grandes almacenes de sus cuentas. Es decir, como sus centros comerciales pierden rentabilidad, prefiere mirar hacia otros mercados.
Como la crisis económica despierta un temor a la inseguridad y el asunto de los okupas genera tanto temor en los medios de comunicación, cree que puede entrar en un sector en auge. Aquí intentará hacer competencia directa con firmas consolidadas como Eulen, Acciona, Securitas Direct o Prosegur.
La experiencia no será un problema: intentará absorber hasta 16.000 empleados que ya trabajaban indirectamente de una manera u otra para el grupo, de manera que suspenderá contratos con proveedores valorados en hasta 450 millones de euros.
El movimiento, por tanto, tiene dos patas: El Corte Inglés empieza a internalizar servicios con este 'holding' y, a la vez, genera valor que intentará exportar a través de una nueva firma con la que hará competencia a las empresas que antes contrataba.
La firma, que ha bajado por primera vez en muchos años de los 90.000 empleados y que ha quedado desbancada por Mercadona como la primera empleadora de España, no ve problema en asumir esta fuerza laboral. De hecho, está obligada por la ley si quiere ejecutar este movimiento que parece ya consolidado en el Consejo de Administración de los grandes almacenes.
Un plan de diversificación
Las intenciones del grupo son, con la caída del consumo y el problema que arrastraban los centros, ir diversificando sus ingresos. De esta manera, El Corte Inglés busca entrar en otros negocios y asegurarse varias patas donde sostenerse en función de dónde golpee la crisis económica en la que ya se encuentra inmersa España, sobre todo cuando la empresa todavía adolece de poca internacionalización.
Junto con la entrada en las mencionadas áreas de negocio, el grupo también ha creado un área financiera para vender fondos de inversión, fondos de pensiones y todo tipo de vehículos de ahorro para los 11 millones de clientes de su propia tarjeta de pago.
En los seis primeros meses de su ejercicio fiscal, iniciado el pasado 1 de marzo, El Corte Inglés perdió 510 millones de euros debido al impacto del coronavirus, sobre todo por el cierre oblgado de las tiendas y la saturación de su canal online.