Cuando adquirimos un nuevo teléfono o, simplemente, cuando reparamos la pantalla del que se nos caído, no es casualidad que vayamos en busca de la funda perfecta que, cual armadura metálica, proteja nuestro dispositivo del más mínimo impacto. Si pensabas que ya habías visto todo en el mundo de la tecnología y los gagdets es porque aún no habías imaginado el nuevo invento que Marc Teysser ha estado desarrollando durante una larga temporada.
Este diseñador francés, experto en la investigación de la interacción persona-ordenador, ha dado con un concepto que pretende tan novedoso como repulsivo: la primera funda de móvil creada con piel humana falsa que responde al tacto. Aunque claro, para gustos, los colores. Habrá quien le guste acariciarla, pellizcarla o tocarla como si se tratara de piel real. Este profesional de la tecnología ha puesto su empeño en sacar al mercado Skin-On Interface, un producto pionero jamás visto anteriormente, que aunque nos da mucha grima, será una gran revolución si puede llegar a consolidarse en el mercado.
En este caso, la funda no solo se adhiere a nuestro smartphone, sino que su equipo profesionales formado por Gilles Bailly, Catherine Pelachaud, Eric Lecolinet, Andrew Conn y Anne Roudaut han sido capaces de desarrollar un material compacto, que sea útil para otros dispositivos, de manera que su perturbadora apariencia sea polivalente y permita manejarse en todos ellos. Además hace gala de un realismo elevado a su máximo exponente y expresión, no cabe duda de ello. Han querido jugar con esa cualidad y hacer de esta nueva invención casi "una extensión de nuestra mano".
La experiencia interactiva más humana posible
Skin-On Interface no solo protege a nuestro móvil de caídas, arañazos, impactos, roturas y estallidos de pantalla u otras partes del terminal, sino que la impresión de que parezca piel humana real hace que el usuario sea capaz de interactuar con ello de forma muy auténtica, lo cual permite controlar ciertas funciones del móvil a través de caricias, pellizcos o cosquillas. Los pellizcos te permitirán hacer zoom en la pantalla del dispositivo y si "le haces cosquillas", el teclado añadirá automáticamente un emoji de risa en el mensaje que estés a punto de enviar.
"Los objetos que facilitan la comunicación, como un smartphone, siguen teniendo una interfaz fría que no permite la interacción o los gestos naturales. Con este proyecto, quería poner a disposición de los usuarios la interfaz humana perfecta, la piel, para que la integren a los dispositivos que usan en su día a día", explica Teysser, quien se ha propuesto transformar todo lo que conocíamos hasta ahora en el campo de la interacción con la tecnología que día tras día manejamos. Pretende hacerlo de la manera más humana posible, ya que "cuando interactuamos con los demás, usamos la piel como interfaz".
El producto estará disponible para tabletas, ordenadores y teléfonos móviles. Estos investigadores franceses no han querido dejar pasar la oportunidad de crear una versión alternativa para todos aquellos escépticos a los que su tacto le resulte desagradable y no puedan soportar tener algo así en sus bolsillos. Tanto la versión simple como la ultrarealista tienen las mismas funciones, sin embargo, su la principal diferencia es que una es que el material empleado en su fabricación es más discreto que en la otra.