50.000 euros por no trabajar. Esa es la "dura vida" de Carles Recio, 'el hombre que nunca estuvo allí', tal y como le conocen en la Diputación de Valencia, donde aparece como jefe de Actuación Bibliográfica. La rutina del puesto de Carles la "envidiaría" cualquiera: acude a las 7:30 para fichar. Se va y no vuelve hasta las 15:30. Ficha la salida y se vuelve a ir. Nadie sabe lo que hace, aunque él se defiende alegando que su labor es "itinerante".
Si el caso llama bastante la atención, aún lo hace más el relato que el diario Público le ha realizado en este artículo. Te presentamos a Carles Recio, un hombre fascista, proxeneta y con dudoso gusto para dibujar:
1 Un puticlub con chicos cachas, aniñados, activos o pasivos
Era 2005, cuando Carles Recio era jefe de publicaciones de la Diputación de Valencia, el diario Levante se hizo eco de una noticia con este titular "El jefe de publicaciones de la Diputación instala un prostíbulo masculino en su casa". Llama la atención, precisamente, que el mismo periódico que lo publicó sea ahora el que le contrata como articulista.
Al parecer, Carles admitió el titular, pero aseguraba que su fin era filantrópico: ayudar a cuatro maromos a los que habían estafado en un trabajo anterior. Sin embargo, llama la atención que, según aseguraba la publicación, todos los beneficios que obtenían de sus prácticas fuesen a para a una cuenta bancaria a nombre de la madre del susodicho hombre.
Según Público, los mentideros valencianos aseguran que su nuevo cargo fantasma puede ser parte de la 'gratitud' de alguna persona. Llama la atención, puesto que él mismo ha asegurado al diario El Mundo que su puesto "fue creado de manera innecesaria".
2 Fallerela, la superheroína que se defendía desnuda a "naranjazos"
Como buen valenciano, Carles Recio decidió brindar un homenaje a su tierra -no podemos verificar si se lo habrán agradecido- crendo a la insuperable Fallerela. Esta superheroína que, al parecer, no contaba con presupuesto para comprarse ropa, tiene como fin defender el folklore valenciano que, en un futuro, ha desaparecido por culpa de la intervención del poder político.
3 Españíssima acude en su guitarra voladora al rescate de Fallerela
No, Fallerela no tuvo mucho éxito y aún nadie puede llegar a explicárselo. Pero Carles Recio no quiso frustrarse y decidió que era el momento de abrir fronteras. Más allá de las naranjas explosivas, llegó 'Españíssima', que en un alarde la versión más moderna de nuestro país, contaba con peineta, un enorme abanico con la bandera española y dos claveles en la mano. ¡Olé!
Lo peor de todo es que el nuevo personaje de Carles, que tampoco contó con excesivo presupuesto para el vestuario, se dedicaba a impartir justicia volando sobre una guitarra española y lanzando claveles que explotaban -después de las naranjas explosivas, lo que aquí explota es el sentido del buen gusto-. Carles Recio llegó a jactarse de haber entregado al rey Juan Carlos un ejemplar de esta... historia. Sin embargo, las fotos no terminan de aclararlo: el libro tiene una extraña apariencia a camiseta.
4 Fascista y anticatalán en su juventud
Según aseguraba el diario Levante que, recordemos, ahora le mantiene en plantilla como articulista, Carles Recio perteneció durante su juventud al GAV, Grupo de Acción Valencianista. Lo cierto es que bajo estas siglas se han estado perpetrando actos violentos hasta el año 2010, en la que se atacó una casa con explosivos. Esto forma parte del blaverismo, un movimiento de extrema derecha nacionalista valenciano y anticatalán violento que tuvo su máximo apogeo en los años 80.
La parte preferida de Recio era encabezar "un grupo de jóvenes encargado a reventar manifestaciones", tal y como aseguraba Levante. Los amigos del GAV eran partidos de la formación de extrema derecha 'Fuerza Nueva'.
5 Una "víctima del sistema"
Así se consideraba Carles Recio en una entrevista al diario El Mundo, en la que aseguraba que, durante los 10 años en los que ha cobrado 50.000 euros anuales por no hacer nada, porque"simplemente ha hecho lo que le pedían".
"Lo que digan o hagan terceros no es cosa mía", ha asegurado, aunque se ha quedado sin palabras cuando le han preguntado por qué no acudía a un trabajo por el que estaba cobrando todos los meses. "cuando esté en una residencia" justificará su trabajo en la Diputación, así que ya podemos esperar. Eso sí, su puesto de trabajo ha sido forzado y creado sin necesidad, tal y como ha asegurado. Carles Recio es, seguro, un hombre que no se esconde.
Este es el curioso retrato que los medios han recogido de Carles Recio, el hombre que cobraba 50.000 euros anuales de dinero público por fichar. Esperemos que, durante todo este tiempo, no se haya dedicado a crear una nueva Fallerela o Españíssima. Por nuestra salud.