Las fuerzas rusas han lanzado una ofensiva para hacerse con el control de la central nuclear de Chernóbil, según avanza Europa Press. La central y su zona de exclusión se encuentran en norte de Ucrania y en 1986 supuso el mayor desastre nuclear del mundo.
"Las fuerzas de ocupación rusas están intentando capturar la central de Chernóbil" ha explicado en Twitter Volodimir Zelenski, el presidente de Ucrania, quién ha confirmado que se han producido combates alrededor de la zona. Asimismo, el presidente ha asegurado que "nuestros defensores están dando la vida para que no se repita la tragedia de 1986".
Por su parte, el Ministerio del Interior de Ucrania ha expresado en un comunicado que "la Guardia Nacional, que se ocupa de garantizar la seguridad de los depósitos de vertidos radiactivos, está combatiendo con todas sus fuerzas". El mismo organismo avisa de que si los depósitos con restos radiactivos resultan dañados "el polvo nuclear puede propagarse por todo el territorio de Ucrania, Bielorrusia y los países de la Unión Europea".
Las tropas han entrado desde Bielorrusia
De confirmarse, este sería uno de los 203 ataques que el Ministerio del Interior contabiliza que Rusia ha iniciado contra Ucrania en el día de hoy. El Gobierno ha asegurado que las tropas rusas entraron hacia la zona de Chernóbil desde la vecina Bielorrusia, otro país que sufrió especialmente las consecuencias del desastre nuclear.
De hecho, la zona de exclusión de Chernóbil, que está separada de Bielorrusia por el río Prípiat, estaba siendo ya patrullada desde hace semanas por la Guardia Nacional ucraniana y en previsión de un ataque como este, las autoridades ucranianas ya suspendieron la semana pasada los viajes turísticos a esta zona, que se ha convertido en los últimos años en un destino muy popular entre los extranjeros.
En su momento, el territorio de Ucrania y el de Bielorrusia fueron las dos zonas más afectadas por la nube radioactiva que se provocó el 26 de abril de 1986 debido al que se considera la mayor catástrofe nuclear de la historia. Ambos territorios tienen aún niveles de radioactividad bastante altos y su accidente dejó más de 100.000 muertos y cientos de miles de personas afectadas.