La celebración del World Pride en Madrid aún está trayendo varios quebraderos de cabeza para uno de los inesperados participantes: el Partido Popular, formación que actualmente detenta el Gobierno.
La presencia del partido en la manifestación era una completa incógnita, aunque se daba por descartada, después de que la presidenta de la Comunidad de Madrid, Cristina Cifuentes, asegurase que no pisaría la manifestación.
Pero, sin embargo, las tensiones en el seno de la formación se recrudecieron... y finalmente se cambió de posición. A pesar de ser la única formación nacional sin carroza, el PP estuvo presente en la cabecera de la manifestación, portando la pancarta, de la mano de la vicesecretaria de Estudios y Programas, Andrea Levy y del vicesecretario del PP vasco, Javier Maroto. Dos 'cachorros' considerados como pesos pesados en el partido y con aspiraciones de ascender en un futuro.
?????????? Estamos en la marcha del #WorldPrideMadrid apoyando los derechos LGTBI ?????????? pic.twitter.com/ioFUmRxka6
— Partido Popular (@PPopular) 1 de julio de 2017
Por su parte, a nivel institucional, la presidenta de la Comunidad finalmente sí pisó el escenario de las reivindicaciones y, subida a la plataforma, llegó a pronunicar un discuros en defensa de la igualdad y a favor de la comunidad LGTBI. Todo un cambio de postura en el PP que nadie esperaba y que anticipa una nueva era en el partido.
Tensiones internas
Tradicionalmente, todos los cambios de calado han llevado consigo una serie de intensas tensiones que, finalmente, son superadas. En este caso, la decisión de partir en la marcha fue del actual presidente del Gobierno, Mariano Rajoy, tal y como han señalado fuentes internas del partido al diario El Mundo.
Varias personas del propio partido han señalado que "hubo fuertes resistencias" de "algún sector del partido y del Gobierno", así como en el propio seno del grupo parlamentario. Las fuentes no han señalado a ninguna de las personas que se opusieron, pero sí al responsable de, tras arduas conversaicones y debates, decidir acudir al evento.
Rajoy fue el que tomó la decisión tras escuchar a todas las personas de su núcleo duro: la vicepresidenta Soraya Sáenz de Santamaría, la secretaria general del PP María Dolores de Cospedal, el coordinador general Fernando Martínez-Maíllo y el jefe de Gabinete Jorge Moragas.
Cambio de postura
???? Madrid es libre y abierta, y no se discrimina a nadie por su opción sexual. Es lo que reivindicamos para todo el mundo????????? #WorldPride2017pic.twitter.com/i7QIXoeiV8
— Cristina Cifuentes (@ccifuentes) 2 de julio de 2017
Este cambio simbólico también encierra otro de mayor calado: el PP tiene la voluntad de apoyar las iniciativas que a partir de ahora se presenten a favor del colectivo LGTBI. Una postura que se aleja enormemente del recurso ante el Constitucional por la ley de Matrimonio Igualitario, una losa que aún le aleja del votante LGTBI.
Uno de estos gestos será el de apoyar firmemente la ley de igualdad de trato presentada por la FELGTB, un gesto al que ha contribuido la imposibilidad de vetar una norma que cuenta con el apoyo del resto del arco parlamentario (el PP no tiene mayoría absoluta). Si la formación conservadora hubiese votado en contra, hubiera transmitido una imagen de soledad y contraria a los derechos de las personas LGTBI.
Este gesto quiere replicar al realizado por Cristina Cifuentes, que ya presentó y aprobó en la Asamblea de Madrid una ley de similares características, aumentando su popularidad en el colectivo. Sin embargo, la ley continúa siendo una mera declaración de intenciones porque el gobierno regional no ha establecido ningún tipo de protocolo para que sea efectiva.
El cambio fuerte llegó tras la asistencia de Mariano Rajoy a la boda de Javier Maroto con su esposo, un gesto que no sentó bien en las filas populares, que consideraron incongruente el gesto. Porque la postura del propio presidente del Gobierno no ha sido tradicionalmente favorable a los derechos del colectivo LGTBI:
Veo a Andrea Levy hablando del respeto del PP al colectivo LGTBI y me pongo enfermo. pic.twitter.com/luLYlRqV6w
— PabloMM (@PabloMM) 1 de julio de 2017
Las fuentes populares consultadas por el diario El Mundo lo tienen claro: "Estar en primera línea de la manifestación nos acerca al centro político. Nuestro mensaje es la igualdad, la libertad", que también señalaron: "Lo que sucediera en la celebración no nos incumbe, en las fiestas siempre suceden cosas estrambóticas".