Ni una escuela militar estadounidense ha inculcado en el nieto mayor de Juan Carlos I valores como la formalidad, el saber estar o el deber a la patria. Felipe Juan Froilán de Todos los Santos de Marichalar y Borbón ha vuelto a hacer de las suyas al irse de fiesta hasta pasadas las cuatro de la mañana, lo que llevó a su padre, Jaime de Marichalar, a mandar a efectivos de la policía a buscarlo a la discoteca. Para lo que han quedado los agentes de seguridad en este país: primero les prohíben marcar músculo con el uniforme de verano y después los mandan de babysitter.
Iban a ser dos cervezas de viernes, pero la cosa se acabó alargando y Froilán, que cumplirá 18 años el próximo 17 de julio, no aparecía por casa a las tantas de la madrugada. Su padre se debió poner nervioso y no se le ocurrió otra cosa que mandar a los agentes de policía, que se personaron en el Teatro Barceló de Madrid, donde el rebelde disfrutaba con sus amigos en un exclusivo reservado. Llegados a este punto, obviemos el hecho de que Froilán estaba en una discoteca siendo menor de edad y no intentemos imaginarnos que recibe tratos de favor por ser quien es o que existe un carnet falso del nieto del Rey pululando por ahí con sus imposibles apellidos: asumamos esto como parte de la rocambolesca historia y sigamos adelante.
A Froilán, que apunta maneras de campechano fiestero, ni siquiera la policía le termina la fiesta, según informa laSexta. El joven corrió a esconderse en una de las salas del Teatro Barceló, en la que esperaría a que los agentes se dieran por vencidos y se volvieran por donde habían venido, para disgusto de Marichalar.
Una vez su hubo salido con la suya, Froilán continuó con la fiesta y acabó regresando a casa por sus propios medios. Desconocemos si recibió algún tipo de reprimenda por parte de su padre, lo cierto es que al día siguiente el pequeño Borbon repitió plan y volvió a salir de marcha con sus amigos.
Marichalar lo niega: "Ni llamé a la policía ni nada de nada de lo que dicen"
La aventura nocturna de Froilán se ha extendido como la pólvora por Internet, algo que ha parecido enfadar a su padre. En declaraciones a Vanitatis, Marichalar ha negado que esto ocurriera respaldado por los responsables de Pachá, discoteca en la que realmente habría estado el nieto del Rey: "Quiere celebrar su cumpleaños aquí y había quedado para ir cerrando cosas. Se quedaron un rato y se fueron". De este modo, desmienten que se personaran los agentes de policía y sostienen que "es un buen chico que lo único que quiere es pasarlo bien con sus amigos" y su novia, Marta.
Marichalar, por su parte, explica que ese viernes llegó por la noche de trabajar desde París muy cansado: "ni llamé a la polícía ni nada de nada de lo que dicen". ¿Realidad o ficción? Cada uno que juzgue por sí mismo.