El 28 de febrero de 1994 se destapó la 'Casa de los Horrores' de Gloucester. Los policías que accedieron a la vivienda encontraron en su interior el cuerpo desmembrado de una joven en uno de los múltiples pozos que se habían cavado en el interior. Había sido violada, torturada y mutilada por sus propios padres.
Frederick Walter Stephen West y su esposa, Rosemary West, eran considerados en su vecindario como un matrimonio amable y acogedor. Pero detrás de la imagen de familia idílica que transmitían al resto, la realidad que escondían era demoledora.
Dos décadas de crímenes de toda naturaleza, con decenas de muertos, en los que se encontraban incluso las propias hijas del matrimonio.
Los acusados: Frederick
Frederick, nació el 29 de septiembre de 1941 en Much Marcle (localidad del norte de Inglaterra) y pertenecía a una familia de clase trabajadora que se dedicaba a la labranza. Durante su infancia no acudió al colegio y prácticamente no había adquirido por este motivo los conocimientos básicos.
Era el segundo de seis hermanos y en varias ocasiones había manifestado su rechazo a la vida tradicional en el campo, hasta que finalmente huyó de su vivienda a los 15 años rumbo a Heretford, donde sin embargo, no consiguió enraizar y retornó tras un mes viviendo en la calle.
En ese momento, regresó a su casa y allí retornó el contacto con una familia en la que era habitual que se produjeran abusos sexuales de todo tipo. Según había manifestado, su madre le había iniciado en el sexo a los 12 años, y mucho más tarde, su hermana menor Kitty también relató que le había violado durante varios meses, e incluso se quedó embarazada con tan solo 13 años.
Volvió a abandonar su casa y empezó a residir de manera intermitente en varias ciudades del condado de Gloucestershire, donde era habitual que se dedicase a alardear de las mujeres con las que se encontraba, a pesar de que nadie creía sus relatos.
En este período se enamoró primero de Renna Costello, una mujer que ejercía la prostitución de 21 años embarazada. En este período adoptó a la hija que esperaba, Charmaine, y se casaron en Ledbury. Más tarde nació Anne Marie, la primera hija de la pareja, sin embargo, la situación se torció. Fred era habitualmente agresivo y golpeaba y encerraba a sus hijas cuando salía de casa. En este período cometía además diversas infidelidad y, cuando Renna fue consciente de ello, abandonó. Durante este tiempo, además, empezó a abusar de su hijastra y obligaba a su pareja a continuar ejerciendo la prostitución para completar los ingresos familiares.
Tras esta relación, Frederick conoció poco después a otra mujer, Anne McFall. Embarazada de ocho meses, la relación duró poco después de asesinarla, sacar el feto de su vientre y enterrarlas juntas en un descampado, cuyos restos mortales no fueron encontrados hasta el desarrollo de la investigación judicial contra él, en 1994.
Rosemary Letts y su relación con Fred
Su siguiente relación fue, entones, con Rosemary Letts. Sus padres padecían problemas mentales y una lesión prenatal podría haber derivado en que Rose tuviera bajo rendimiento en la escuela. Su situación en casa también había sido complicada, con un padre violento.
Su madre finalmente abandonó la vivienda familiar y se llevó a Rosemary con ella. Sin embargo, pocos años después, volvió a vivir con su padre. En plena adolescencia, la joven justificaba esta decisión en los límites que le establecía entonces su madre y especialmente cortar los vínculos que establecía con hombres mayores.
En este proceso, finalmente conoció a Fred, cuando ella tenía entonces 15 años y el 27 y ya dos hijas. La conexión entre ambos surgió rápidamente y ambos compartían su predilección por el sadismo, la pornografía o el voyeurismo. En ese contexto, ella dejó su trabajo como vendedora en una panadería y empezó a cuidar a los hijos de Fred.
La relación entre ambos no contó con la aprobación de sus padres, que la internaron y solo podía salir los fines de semana, sin embargo, rechazaba este tiempo para ver a sus padres y, finalmente, cuando cumplió 16 años se marchó con Fred. El 17 de octubre de 1970 ya nació su primera hija, Heather Ann.
Poco después, Fred entró en prisión por robo y Rose mató a Charmaine. Ante las insistencias del colegio por su paradero, llegó a explicar que había retornado con su madre, hasta que finalmente dejaron de interesarse por su situación.
Finalmente, Rena retornó a la vivienda para interesarse por el paradero de su hija, pero en este contexto, la respuesta de Fred fue clara: la asesinó del mismo modo que Anne McFall, estrangulándola y cortando los dedos de sus manos y pies, antes de enterrarla en el mismo descampado.
La 'Casa de los Horrores'
Los West se casaron finalmente en 1972 y, después, se mudaron a una vivienda en Gloucester. Todo lo que iba a ocurrir en el interior de dicha vivienda iba a generar una gran conmoción social cuando, finalmente, estalló la investigación del caso.
Durante 25 años, el matrimonio comenzó a realizar todo tipo de actos sádicos y asesinatos, incluyendo a sus propias hijas. Rose empezó a trabajar en la prostitución y Fred se dedicó a buscarle los clientes, pero también a participar en todo tipo de sesiones sexuales.
En estos encuentros, se producían todo tipo de actos sádicos, que ambos perpetraban y disfrutaban durante ese tiempo presenciando el sufrimiento ajeno. Durante este tiempo, tuvieron más hijos, Stephen, Louise, Barry, Rosemary y Lucyanna, que no acudían con frecuencia al colegio y mostraban un comportamiento temeroso.
La pequeña tan solo tenía 8 años cuando Fred y Rose la llevaron al sótano de su vivienda y perpetraron los abusos que se extenderían durante años. A los 13 años, su madre la prostituyó bajo la obligación de comentar que tenía 16 años.
Pero no fue la única víctima entonces. A finales de 1972, Caroline Owens, una niñera de 17 años que cuidaba de sus hijos, fue violada y retenida por el matrimonio, que pudo escapar antes de que se produjera un asesinato y denunciar los hechos ante la policía. Sin embargo, el juicio quedó sobreseído puesto que la víctima rechazó declarar ante sus secuelas.
Las víctimas comenzarían desde entonces a sucederse. Un año después secuestraron a Carol Cooper, de 15 años, y Lucy Partington, de 21. A ellas, se sumarían después más víctimas: Juanita Mott, Shirley Robinson, Alison Chambers, Lynda Gough, Therese Siegenthaler y Shirley Hubbard.
En algunos casos, habían alquilado habitaciones en la casa en la que vivían, en otros casos habían trabajado como niñeras de sus hijos. En todos los casos, las víctimas destacaban por su juventud y siempre se repetían las mismas características: tras perpetrar los ataques sexuales, Fred y Rose las asesinaban, desmembraban y enterraban en el sótano 25 de Cromwell Street.
En 1979, la hija de ambos, Anne Mary, quedó embarazada después de que él abusase de la menor mientras su madre presenciaba la escena. Sin embargo, perdió al bebé y, en ese momento, decidió escapar de la casa, momento en que su padre optó por otra de sus hijas, Heather, a quien asesinaron poco después y enterraron en el jardín familiar.
La caída
Fred continuó después abusando sexualmente de otras niñas, hasta que, en 1992, Anne Marie relató todo lo que había sucedido a una amiga que, tras relatárselo a su madre, decidió denunciar los hechos ante las autoridades. Los investigadores detuvieron entonces al matrimonio y acusaron a Fred de violación y crueldad infantil, mientras que Rosemary fue procesada como cómplice.
La investigación arrancó entonces y la policía descubrió la desaparición de Heather, de la que sus padres decían que estaba "en el sótano". Fue entonces cuando la policía solicitó una orden de registro para acceder a la vivienda e inspeccionaron el jardín: allí encontraron los restos humanos de la joven, y otras nueve mujeres más.
Fred confesó en ese momento los crímenes, pero negó que su mujer estuviera involucrada. Sin embargo, las pruebas eran contundentes y apuntaban a la implicación de Rosemary. Todo lo ocurrido en la vivienda durante un plazo de veinte años generó gran indignación, puesto que la opinión pública llegó a acusar a la policía de inoperancia.
Pero no fue solo la policía. En realidad, nadie del entorno de los West llegó a denunciar durante todo el tiempo lo ocurrido, ni la mala situación en que se encontraban los pequeños o los moretones que sufrían por las agresiones dentro de su vivienda.
Fred murió el 1 de enero de 1995 ahorcándose en su celda, donde se encontraba a la espera de juicio por una docena de asesinatos. Rosemary, por su parte, fue condenada a cumplir una cadena perpetua por nueve asesinatos.
La 'Casa de los Horrores de Gloucester' fue finalmente demolida un año después de la muerte de Fred. El Ayuntamiento adoptó esta decisión con el objetivo de evitar la llegada de más curiosos a la zona, que incluso acudían a llevarse objetos. El lugar que ocupaba la vivienda finalmente se convirtió en un paso entre calles, donde ocurrieron los peores crímenes.