Todos, absolutamente todos tenemos en nuestros perfiles de redes sociales a esas personas que crean, suben o comparten imágenes con frases 'inspiradoras'. Da igual que sea la foto de un bosque con la frase sobreimpresionada en una variedad de tipografías que la hacen casi ilegible, que haya sido copiada y pegada tantas veces y desde tantos dispositivos que puedas contar los pixeles de la imagen con los dedos de las manos o que tengan dibujos cuquis de unicornios y galletas con ojos (gracias, Mr. Wonderful); nuestros muros están llenos de tweets de iFilosofia convertidos en imágenes.
Ahora un estudio se ha decidido a probar que las personas que creen y comparten esa clase de mensajes son menos inteligentes que aquellos que no lo hacen. En 'On the reception and detection of pseudo-profound bullshit' (traducido como 'Sobre la recepción y detección de basura pseudo profunda') cinco psicólogos analizaron el alcance de estos mensajes en 845 personas. Y el resultado fue cuanto menos interesante.
1 ¿Qué es la basura pseudoprofunda (pseudo-profound bullshit)?
El filósofo Harry Frankfurt la define como algo que está diseñado para impresionar pero que se ha construido sin tener en cuenta hechos reales o verdaderos. Es decir, se diferencia de la mentira en que esta supone una manipulación de la verdad, el interlocutor tiene que conocer la verdad para poder retorcerla a su favor y persuadir a la persona con la que se está comunicando.
En el caso de la basura pseudoprofunda no es así, el interlocutor que expresa las palabras está convencido de estar diciendo la verdad, a pesar de que esta no se base en ningún hecho verdadero. El componente motivacional (o filosófico o profundo) además genera un aliciente en la persuasión sobre la persona a la que se le está dando la chapa.
2 ¿Cómo podemos medir la credibilidad que las personas dan a esta clase de chorradas?
El estudio se basa en la comprensión de las personas a través de tres facetas (con nombres muy extraños pero que en Los Replicantes os explicamos de forma muy sencilla).
La primera es el pensamiento analítico, es decir, que el individuo tenga la capacidad y la voluntad de razonar y llevar a cabo una serie de mecanismos en su mente para juzgar si algo es verdadero o falso. Las personas más críticas, por tanto, serán capaces de diferenciar mejor cuándo algo es realmente profundo o una chorrada.
La segunda es la confusión ontológica o, dicho de otra manera, confundir elementos mentales y físicos. Por si no queda claro, una confusión ontológica muy común viene a ser el creer que una persona puede curarse únicamente rezando. El hecho de rezar (una acción mental, subjetiva e inmaterial) no puede tener un efecto en alguien enfermo (en un estado físico, objetivo y material).
Y la tercera es la creencia epistemológica, o el conflicto que surge en la creencia de entes que son capaces de sobreponerse a las normas de la naturaleza. Por ejemplo, la creencia en los fantasmas y su capacidad para atravesar paredes cuando en principio la naturaleza impide el traspaso a través de objetos sólidos. Estas creencias suponen que el individuo sea menos escéptico y, por tanto, más fácil de persuadir.
3 El estudio
El estudio se basa en una serie de experimentos que os resumimos muy brevemente.
Básicamente los experimentos se basan en puntuar del 1 al 5 (siendo el 1 poco profundo y el 5 muy profundo) una serie de frases. Algunas de ellas están sacadas de uno de los gurús de motivación más reconocidos (y criticados), Deepak Chopra; otras han sido creadas con un generador de frases profundas de Internet (creado precisamente para reírse de este tipo de frases), algunas son realmente frases motivacionales reconocidas (porque de verdad están basadas en hechos y no en palabrería) y otras no implican motivación ninguna pero tienden a ser realmente vagas en su descripción. Ejemplificamos:
- Basura pseudoprofunda: "Tu movimiento transforma las observaciones universales".
- Basura pseudoprodunda inventada: "La ciencia nos dice que la esencia de la naturaleza es la felicidad".
- Frases motivacionales reconocidas: "Un río puede atravesar una roca no por su fuerza sino por su persistencia".
- Frases vagas: "A todo el mundo le gusta algún tipo de música".
4 Resultados
Tras pasar el estudio por el tamiz científico, los resultados fueron los esperados. Las personas que más credibilidad dan a la basura sin significado alguno son menos inteligentes, pues son más fácilmente impresionables y mucho menos críticas y escépticas, no solo con este tipo de filosofía barata, sino con el mundo en general. Tienden a ser, por tanto, mucho más conformistas.
Tal es así que estas personas son más receptivas a tener cualquier tipo de creencia religiosa o fenómeno paranormal e incluso son capaces de dejarse llevar por teorías conspiratorias.
Pero tranquilos, todo tiene arreglo. Y en Los Replicantes os lo dejamos en forma de poster motivacional para que podáis compartirlo con vuestra familia y amigos.