Este fin de semana Podemos rescataba un vídeo de David Pérez, alcalde de Alcorcón, diciendo unas palabras enormemente hirientes contra el movimiento feminista. Se trata de un vídeo de abril de 2015 en el VI Congreso Nacional de Educadores Católicos, uno de los eventos propicios para lanzar una retahíla de argumentos machistas para desprestigiar la lucha por la igualdad por parte de las mujeres, y uno de los círculos con una tendencia al machismo más antiguo que existe.
Bajo el escudo de que Podemos sacó un vídeo antiguo para atacar al alcalde, o que lo hicieran justo después del Día Contra la Violencia de Género, no perdamos de vista las palabras. Porque la defensa de él es decir que se ha manipulado y tildado de "machistas" las críticas a las "imposiciones del feminismo radical", como si el mismo hecho de decir que hay un feminismo radical totalitario no fuera machista. También se defendía en Twitter diciendo que en su ayuntamiento los altos cargos son casi todo mujeres, y que él respeta mucho a las mujeres (como dicen Bertín Osborne, Arturo Fernández o decía El Fary). Presume de que nadie le ha llamado nunca machista. Pues para todo hay una primera vez.
1 "Siempre me ha parecido muy sorprendente que hayamos llegado al siglo XXI todavía con ese feminismo rancio, un feminismo radical y totalitario"
Veo muy ducho a David Pérez en historia del feminismo. ¿Podría explicar el señor alcalde cómo era ese feminismo antes del siglo XXI? ¿Definir a qué se refiere con "rancio" o dónde ha visto el totalitarismo?
La palabra radical parece usarse mucho para imponer el miedo sobre un movimiento o tendencia. Porque radical se relaciona con disturbios, con romper con las buenas normas morales, o no sé muy bien. Pero debería saber el señor alcalde que el feminismo es o no es, pero no existe el feminismo medio, el un poco fuerte, el radical, el moderado y, por supuesto, no existe aquel en el que creen los machistas de hoy en día: el de verdad. Tampoco lo han definido nunca, suponemos que se refieren al de las mujeres que lo único que piden es que en el mundo laboral les permitan compaginar el trabajo con su trabajo doméstico y de cuidado de hijos, no vaya a ser que los hombres como el señor Pérez tengan que adquirir su 50% de la responsabilidad dentro del hogar.
2 "Incluso influyendo en las legislaciones y marcando la agenda política"
Creo que el señor alcalde es político. Me parecería normal que, en ese caso, entendiera que todos los derechos que se van conquistando (sociales, laborales, etc), se traducen en legislaciones y acciones políticas que permitan ponerlos en marcha. Suponemos que convertirse en alcalde supone, para él, manejar su municipio según las prioridades y acciones que él o su equipo vean que son mejores, pero en realidad son los ciudadanos y ciudadanas las que a diario intentar decirles a los diferentes gobiernos lo que quieren y necesitan.
Si le parece esperpéntico que las peticiones de un movimiento social, que lleva siglos intentando luchar contra su propia opresión, se discutan en la agenda política, el señor alcalde puede buscarse otra profesión. Y si le parece rancio tener que gobernar para grupos de la población que no le gustan o no tiene interés en ellos, pues la solución es similar.
3 "Aún sigue habiendo ese movimiento feminista, influyendo, opinando e imponiendo, que es verdaderamente lo que le gusta a ese tipo de movimientos"
¿Cómo son este tipo de movimientos? ¿Cuál es el camino que deberían tomar, según pensará el señor alcalde, y todos los hombres y mujeres que piensan igual que él, y que casualmente suelen encontrarse en la derecha? ¿Cómo es posible trabajar como político imponiendo, prohibiendo, juzgando y llevando a cabo los movimientos que le parecen a ellos que son "los buenos" y acusen a los ciudadanos de hacer lo mismo?
Así que es lo de opinar lo que más molesta al alcalde. Las feministas están ahí, opinando. E imponiendo, porque claro, uno de los movimientos sociales más pacíficos que han existido en la historia, donde no se crean disturbios, ni usa armas, ni utiliza ningún tipo de violencia, lo que se supone como el movimiento social "ideal" para los poderosos, es el considerado como más radical y represor.
¡Pero cuánto miedo a perder privilegios tienen algunos!
4 "Son mujeres frustradas, mujeres amargadas, mujeres rabiosas y mujeres fracasadas como personas"
Las feministas no somos frustradas, las mujeres nos frustramos cada vez que en el trabajo un hombre pasa por encima de nosotras porque a él le han permitido dedicar más tiempo y esfuerzo a su carrera profesional, mientras a nosotras nos han enseñado a que debemos cuidar de los demás en nuestra vida personal.
No somos mujeres amargadas, y supongo que con este adjetivo se referirá a que ningún hombre nos quiere, o tenemos envidia de otras mujeres, u hombres, no sé muy bien. Es una estupidez tan grande que no voy a gastar palabras.
Las feministas no somos rabiosas, las mujeres sentimos rabia cada vez que (semanalmente) escuchamos en televisión que otra mujer ha sido asesinada, casualmente, a manos de un hombre. Casualidad, será.
Las feministas no somos fracasadas como personas, en cambio, muchas mujeres ven fracasados sus sueños cuando se impone sobre ellas su rol de madre, esposa o hija que cumple con lo que la sociedad espera de ella y no con lo que ella desea. A veces ambos planos coinciden, a veces no, pero el señor alcalde debe pensar que lo normal es que sí lo hagan.
5 "Vienen a dar lecciones a los demás de cómo hay que vivir y de cómo hay que pensar"
Las feministas no les decimos a nadie cómo deben vivir, les decimos que no nos maten, que no nos violen, que no nos peguen, que no nos menosprecien por ser mujeres, que no nos discriminen en el trabajo, que no nos paguen menos, que no opinen de nuestro cuerpo, que no nos impongan cómo tenemos que vivir, que no nos usen como objetos sexuales, que no nos obliguen a ser madres, que nos valoren por nuestro aspecto físico y que no se interpongan en nuestra lucha por nuestra propia vida.
¿Quién impone, quien nos obliga a ser madres o quien pide que se permita decidir?
Entendemos que todo este discurso y todo este odio (además de absoluta ignorancia) hacia el feminismo proviene, dado el evento donde el alcalde pronunció sus palabras), y dada la descripción en la biografía de David Pérez en Twitter, es por el aborto. No lo he mencionado hasta ahora, pero estaba en mi cabeza durante todo el discurso.
A los antifeministas católicos lo que más miedo les da es que las mujeres podamos elegir si ser madres o no. Piensan que la legalización y universalización del aborto implica que las mujeres, que somos malas como bichos y no asesinamos más porque no podemos, vayamos en fila india a abortar a los hospitales. Primero, no utilizaremos nunca más métodos anticonceptivos, porque total, ¡si podemos pasar por una intervención médica con anestesia, dolores, y días de reposo incluidas! Y, después, dejaremos de valorar la vida. Eso pasará.
Pero los movimientos "provida" (las vidas que les interesan, claro) no entienden que el aborto libre y gratuito no provoca más abortos, sino menos riesgos para la salud para las mujeres que, lo permitan legalmente o no, sí van a abortar. Actualmente la mitad de os abortos que se practican en el mundo suponen un riesgo para la vida de la mujer
Si quiere, los movimientos provida pueden sumarse a intentar prevenir los embarazos no deseados con educación sexual desde edades tempranas. Porque desde el catolicismo se criminaliza el aborto, pero tampoco se permite la prevención. Pues deberían saber que desde los movimientos feministas también se busca la prevención de embarazos no deseados, porque nadie quiere que le anestesien y le metan una aspiradora por la vagina, por si no lo sabía.