Francisco Correa, Pablo Crespo y Álvaro Pérez, El Bigotes ingresarán en prisión para comenzar a cumplir sus penas de 13 años de prisión cada uno por el caso Gürtel de Valencia, según ha informado el Tribunal Superior de Justicia de la Comunidad Valenciana (TSJCV). Los tres fueron condenados el pasado viernes 10 de febrero por amañanar contratos de la Generalitat para el montaje del expositor de la Comunidad en la Feria Internacional de Turismo (Fitur) en las ediciones de 2005 a 2009.
El Tribunal estima así la petición de la Fiscalía Anticorrupción y de PSPV-PSOE (personado como acusación popular) y acuerda como medida cautelar el inmediato ingreso en prisión de Correa, Crespo y Pérez. Sus defensas habían pedido que se les aplicaran medidas alternativas a la pérdida de libertad y es que, tal y como recoge El País, no se ha esperado a que la sentencia, que les impone penas de 12 y 13 años de cárcel por asociación ilícita, tráfico de influencias, malversación, cohecho y falsedad, sea confirmada por el Supremo, Tribunal ante el que puede ser recurrida.
La Sala entiende que existe riesgo de fuga evitando así a la justicia si se les permite esperar en libertad el pronunciamiento del Supremo. El cabecilla, Francisco Correa, ha sido condenado a 13 años, su numero dos, Pablo Crespo, a 13 años y 3 meses mientras que sobre el responsable de la organización de la Comunidad Balenciana, El Bigotes, caen 12 años y 3 meses de prisión.
Junto a los miembros de Gürtel fueron condenados cinco antiguos responsables de la Agencia Valenciana de Turismo, incluida quien fuera consejera con el PP Milagrosa Martínez (a 9 años de prisión) y su exjefe de gabinete Rafael Betoret (6 años de cárcel).
¿Qué es la trama Gürtel?
Esta trama surgió en 1999, cuando Francisco Correa conoce a Pablo Crespo, que le encarga al primero la ejecución de las elecciones gallegas. Poco a poco, Correa tejió una red de contactos entre diversos miembros del Partido Popular, a los que organizaba eventos públicos a través de sus empresas durante el Gobierno de José María Aznar.
Así, se fue creando una red de empresas, que llegaron a ser 27, que se fueron haciendo con diversas concesiones públicas de forma irregular, a cambio de dinero y regalos a distintos cargos públicos. Esta trama, encabezada por Francisco Correa, al que llamaban Don Vito; Álvaro Pérez Alonso, apodado 'El Bigotes'; Pablo Crespo y Antoine Sánchez, habría establecido supuestamente un conglomerado de negocios que tenía por objetivo lucrarse con los contratos públicos, en especial en la Comunidad de Madrid, la Comunidad de Valencia y Galicia.
Lo que se cree es que las influencias del Partido Popular fueron clave para que las empresas de Correa se hiciesen con estas adjudicaciones públicas. De la misma forma, también participaron en negocios conjuntos a través de sociedades pantalla, mediante las que cobraban comisiones que les entregaban las constructoras adjudicatarias del contrato público.