La Asamblea Nacional de Francia ha aprobado por unanimidad un proyecto de ley para prohibir las "terapias de conversión" del colectivo LGTBI, cuyo objetivo es imponer la cisheterosexualidad a las personas gays, lesbianas, bisexuales y trans.
El texto propone castigar estas pseudoterapias con dos años de prisión y una multa de 30.000 euros, incrementada a tres años de prisión y 45.000 euros de multa cuando los actos se cometan contra un menor de edad.
"No hay nada que curar. Ser uno mismo no es un delito, no debemos intentar cambiar la identidad de género o la orientación sexual de las personas", ha expresado la ministra de Igualdad francesa, Elisabeth Moreno.
En el punto de mira de la ley están las "prácticas, comportamientos o declaraciones repetidas destinadas a modificar o reprimir la orientación sexual o la identidad de género" de una persona con el fin de "alterar su salud física o mental".
Se distinguen tres tipo de psudoterapias y todas ellas son verdaderamente peligrosas. En las "religiosas" encontramos la abstinencia o incluso sesiones de exorcismo; en las "médicas" se producen tratamientos hormonales, hipnopsis y hasta electrosock; y en las "sociales" se suelen forzar los matrimonios heterosexuales.
Aún debe pasar por el Senado
Presentada por el partido macronista y apoyada por el Gobierno, la proposición de ley ha contado con el respaldo de todos los partidos. Sin embargo, la ley no será aprobada de forma definitiva si el Senado no acelera su adopción, puesto que en febrero próximo se cierra el periodo de sesiones para dar paso a la campaña presidencial.