El Gobierno francés se está tomando muy en serio el problema del acoso callejero. Tanto es así que han creado una nueva legislación en la que se pretende multar con hasta 750 euros a todos los hombres que silben, piropeen o sigan por la calle a las mujeres. La medida ya ha sido aceptada en la Asamblea Nacional y solo falta que pase por el Senado para que entre en vigor.
El presidente del país, Emmanuel Macron, ha declarado que su objetivo principal con esta propuesta es evitar que "las mujeres no tengan miedo de salir a la calle". Según un informe publicado por la Federación Nacional de Usuarios del Transporte Público, el 90% de las mujeres francesas han sido acosadas en alguna ocasión en el autobús o en el metro. Y en la calle ocurre lo mismo.
¿En qué momento deja de ser un halago y se convierte en acoso sexual?
A finales del año pasado, el Gobierno francés comenzó a plantearse en qué punto deja de ser maleducado y pasa a convertirse en acoso sexual castigable perseguir a una mujer por la calle, silbarle o gritarle piropos para llamar su atención. Y en marzo de este mismo año llegaron a la conclusión de que "frenar a la persona que es violenta en un espacio público es una manera de luchar contra todo acto de violencia sexual", afirmó Marlene Schiappa, exsecretaria de Estado para la Igualdad.
Las multas oscilarán entre los 90 y los 750 euros, dependiendo de las circunstancias en las que se haya dado la situación y de si existentes agravantes como, por ejemplo, que ocurra en el transporte público o incluso que haya sucedido en repetidas ocasiones.
Los más críticos, entre ellos el partido del Frente Nacional de Emmanuel Menard, ha declarado que esta medida acabará con el "romance francés" ya que es una "cacería de brujas contra todos los hombres" porque "un comportamiento obsceno no se puede comparar con el acoso". Por suerte, Schiappa respondió a las críticas explicando que el Gobierno "no quiere matar la cultura del amante francés", su intención es que los hombres aprendan que el respeto y el consentimiento de la mujer es la clave.
Francia no tiene fijada la edad mínima de consentimiento
Pero las multas no es la única medida que Macron pretende implantar en el país galo, pues en el paquete de las nuevas legislaciones viene extender el plazo de 20 a 30 años las penas de cárcel por violación a menores y establecer la edad mínima de consentimiento sexual en los 15 años.
Hasta este momento Francia es uno de los pocos países europeos que no tienen fijada la edad mínima para mantener relaciones sexuales, de manera que las relaciones en las que haya penetración con alguien por debajo de esa edad será considerado violación ante un tribunal.