Este jueves 31 de agosto Francesco Arcuri debía acudir a los juzgados de Granada junto a sus hijos. Así se lo reclamaba una citación judicial de la jueza que lleva el caso. Pero este padre italiano no ha aparecido. Según han contado en 'El programa del verano', Francesco podría estar ya en Italia junto a sus dos hijos. Esta ausencia es muy llamativa teniendo en cuenta que, hasta ahora, había sido Juana Rivas, su expareja, la que eludía su presencia en las últimas citaciones judiciales, siendo muy criticada por ello.
La familia de Juana (sus hermanos y padres) también debían acudir esta mañana a los juzgados para declarar por su posible coautoría en el delito de sustracción de menores por el que se investiga a Juana. Según declaraciones del abogado de la familia a la salida de los juzgados, el entorno se ha acogido a su derecho a no declarar. Así lo hicieron también ayer la asesora legal y la psicóloga de Rivas, llamadas a declarar por el mismo motivo, amparadas por el secreto profesional.
Los siguientes pasos judiciales se desconocen. Se sabe que el próximo 31 de octubre tanto Juana como Francesco tienen una vista judicial en Italia, y será allí previsiblemente donde la expareja se reencuentre. Por otro lado, se desconocen también las consecuencias legales que tendrá la ausencia de Arcuri esta mañana en los juzgados de Granada.
Lo ocurrido hasta entonces
La denuncia por malos tratos que Juana Rivas interpuso contra Francesco Arcuri hace más de un año aún no se ha tramitado. Los hechos ocurrieron en Italia y Juana denunció en España. La denuncia debía ser traducida y trasladada a Italia, pero este proceso se ha retrasado más de un año. Este intervalo de tiempo ha jugado a favor de Francesco, que aprovechó para denunciar a Juana por sustracción de menores.
Ante la falta de tramitación de la denuncia de Juana Rivas, para las autoridades italianas tan solo había una madre que habría secuestrado a sus hijos, por lo que decidieron dictar orden de ser devueltos a su padre. Pero el caso no es tan sencillo, está lleno de matices, y Juana decidió hacer caso omiso a este requerimiento.
Para ello huyó y se escondió durante un mes junto a sus hijos en una casa de campo, mientras que la Justicia ordenaba contra ella una orden de busca y captura. Finalmente Juana se entregó y fue detenida y puesta en libertad en cuestión de horas. El juez de guardia la escuchó, por fin, y ella pidió que su hijo mayor fuera escuchado también, pues su relato acredita el de la madre ya que, supuestamente, habría sido testigo de los malos tratos.
Finalmente la jueza que lleva el caso de Juana Rivas ordenó una nueva fecha de entrega de los niños. Este lunes 28 de agosto a las cinco de la tarde. Si Juana no los entregaba, la jueza amenazaba con tomar medidas y advertía de que su hijo mayor no sería escuchado por las autoridades. Ante este ultimátum, Juana prefirió entregar a sus hijos y continuar su lucha por la custodia en libertad.
