Hungría tenía el domingo 3 de marzo un doble cita con las urnas. Por un lado, las elecciones presidenciales del país y, por otro, el referéndum sobre la ley homófoba promulgada por el presidente, Viktor Orbán, según la cual se prohibe hablar de homosexualidad en las escuelas, así como los contenidos audiovisuales o escritos relativos en esa orientación sexual o identidad de género dirigidos a los menores de 18 años
El referéndum ha acabado fracasando al no alcanzar el quórum mínimo del 50% de votos válidos. Según informa la Oficina Nacional Electoral, el 44% de los húngaros y húngaras emitieron votos válidos a las cuatro preguntas que figuraban en las papeletas. De estos votos, el 90% se decantaron por el "no", opción por la que hizo campaña el Gobierno.
De esta forma se impone el boicot a la consulta promovido por la oposición. Además de los sufragios válidos, otro 20 % de las papeletas emitidas no se contabilizaron porque no eran válidas ya que tenían marcas incorrectas o mensajes de protesta, tal como demandaron organizaciones a favor de los derechos LGTB y la oposición.
"El referéndum de propaganda excluyente ha sido inválido. Tenemos por delante un camino largo y difícil, pero juntos lo lograremos. Allí estaremos. Agradecemos a todos los votos inválidos", ha valorado Háttér, la organización de defensa de los derechos LGTBI más importante de Hungría.
Cuatro preguntas
Se planteaban cuatro preguntas en el referéndum que claramente dirigían la respuesta de los húngaros y las húngaras: "¿Apoya usted que en los centros de educación pública se realicen charlas sobre orientaciones sexuales sin el consentimiento de los padres?" y "¿apoya usted la promoción de terapias de cambio de sexo en menores de edad?". La tercera iba sobre permitir la difusión "sin control" de contenidos sexuales que "puedan influir en el desarrollo de los menores" y una cuarta sobre informar en los medios de comunicación a los niños sobre el cambio de sexo.
El Gobierno pidió a los húngaros que contestaran "no" a todo asegurando que sólo quiere defender a los menores de edad de lo que considera un intento de la UE de divulgar ideas sobre cambio de sexo o sexualidad en los colegios.
Por su parte, la aprobación de la ley provocó que la Unión Europea (UE) abriera un procedimiento de infracción contra Hungría, al considerarla homófoba, discriminatoria y contraria a los valores comunitarios.
Que el referendo no sea válido no afecta a la continuidad de la normativa, que está actualmente en vigor y el Gobierno, por el momento, no se plantea modificar.
Viktor Orbán arrasa en las elecciones de Hungría
Más de 8 millones de húngaros estaban llamados a las urnas este domingo en unos comicios que se habían convertido en un referéndum sobre el presidente, Viktor Orbán y, por primera vez, la oposición se mostraba unida para evitar un quinto mandato del líder ultraderechista. De hecho, estas elecciones estaban bastante reñidas y durante sus intervenciones el primer ministro en funciones intentó distanciarse lo máximo posible en Rusia, país con el que tiene una alianza indiscutible, debido a la guerra en Ucrania.
Sin embargo el resultado de la formación gubernamental Fidesz superó los pronósticos más optimistas al sumar el 53 % de los votos, más que en los comicios de 2018, y logró el control de 135 escaños en una cámara de 199 diputados. La coalición opositora Unidos por Hungría -que reúne a seis formaciones desde la izquierda a la derecha populista- sumó solo el 35% de los votos y obtuvo 56 legisladores.