A nadie nos gusta que miren en nuestras fotos del pasado porque nos avergüenza vernos con la moda de hace veinte años, con la cara llena de granos o en situaciones que ahora nunca repetiríamos. Desde que se populizaran las cámaras de fotos hemos ido aprendiendo de continuos bochornos (la mayoría de ellos perpetrados en cenas de Nochebuena y encuentros navideños) y cada vez nos cuidamos más cuando nos van a hacer una foto.
Sin embargo, lo de la Familia Real merece una mención aparte, especialmente teniendo en cuenta todo lo que cuidan su imagen hoy en día Felipe y Letizia por miedo a verse envueltos en escándalos como el de la Infanta Cristina. Nos hemos puesto a rebuscar en los álbumes familiares de los Borbones y no es que hayamos encontrado nada que les provocase una imputación judicial, pero sí escenas tan cotidianas que no creemos que las protagonizasen ahora delante de un fotógrafo. Bueno, y sin fotógrafo tampoco.
Gracias a la galería que podéis ver en la parte superior descubrimos una serie de secretos que los Borbones tenían en los 70.
1 Juan Carlos, sin complejos
En primer lugar, en los 70 Juan Carlos no tenía ningún problema para ponerse en bañador delante de las cámaras, por ajustado y ridículo que fuera. Sofía, los niños y él muestran alegremente cómo disfrutan de un día de piscina y comen al aire libre como todo hijo de vecino, con el plato apoyado sobre las rodillas, el vaso de vino en el suelo, las medallitas siempre puestas y los pelos de la barriga goteando. Ay que ver lo campechano que ha sido siempre.
2 Los cumpleaños de Palacio
Aunque perteneciesen a una Familia Real, Elena, Cristina y Felipe disfrutaban de fiestas de cumpleaños comiendo medias noches rellenas y poniéndose coronas de cartón, sin complejos. Cierto es que entre las fotos de la galería también encontramos celebraciones más palaciegas en los salones de la Zarzuela, todo hay que decirlo. Pero nunca, nunca, nunca faltaban las medias noches.
Al contrario que en los cumpleaños de Leonor y Sofía, que se mantienen en la intimidad, en los 70 no tenían ningún tipo de problema en divulgar estos momentos costumbristas.
3 Sofía disfrutaba de los toros... y hasta enseñaba cacho en la plaza
Sofía es griega de origen y vegetariana, pero las corridas de toros españolas bien que las disfrutaba, a juzgar por fotografías como esta, en la que se levanta de su asiento para devolverle el sombrero al matador. Al hacerlo, se le sube la ropa y muestra parte de su tripa. Vale, podía ser peor, podía estar lanzándole un sujetador a Jesulín, pero... ¿a que nunca os imaginaríais a Letizia en semejante situación?
4 Juan Carlos y Sofía, unos padrazos...
Rara vez vimos a Felipe coger en brazos a alguna de sus hijas cuando eran bebés, algo que no tenía problema en hacer Juan Carlos. Nada más nacer Elena, el joven matrimonio de todavía príncipes posó en la futura habitación de la pequeña y a los dos se les caía la baba. Quizás era por el pavor que, sin duda, ocasionaban los juguetes que alguien había elegido para la niña (o quizás eran tan campechanos por la época que los habían comprado ellos mismos). Esa jirafa y esa muñeca tuvieron que dejarle algún tipo de secuela a la pobre Elena, sin duda.
Y, si no fueron los juguetes, fue el pelo de Sofía, digno de la Princesa Leia de 'Star Wars'.
5 ...y aficionados al futbolín
Además de coger a los niños en brazos, Juan Carlos y Sofía también se lo pasaban juntos en sus días de juventud echando partidas de futbolín. Eso sí, sin deshacerse de su inseparable traje, él, y de su enorme cardado, ella. Todo muy natural. No es tan hipster como escaparse de fiesta por Malasaña, pero oye, tiene su puntito.
No os perdáis en nuestra galería estas y muchas fotos más del pasado más cotidiano de la Familia Real. Imágenes que, hoy, con Felipe y Letizia y las niñas, no vemos. ¿Deberían compartir más momentos de su vida con los españoles? ¿No os gustaría ver las peleas de Leonor y Sofía con los juguetes? Imaginaos, podrían llamar a 'Supernanny' para que les ayudase a resolver los conflictos infantiles, o a 'Mejor llama a Pilar' en sus discusiones de pareja. Y, oye, por qué no, hasta se podría hacer un videojuego con Leonor como protagonista.
