A lo largo de este año lectivo, van a comenzar a implantarse las leyes LGTBI en las comunidades autónomas que ya las han aceptado. Básicamente, lo único que buscan estas leyes es promover la igualdad entre las personas, independientemente de su identidad sexual o de género, o de su sexualidad. No obstante, se ve que esto es demasiado pedir para el Foro de la Familia y para la Concape (la Confederación Católica Nacional de Familia y Padres de alumnos), puesto que están planeando organizar una gran movilización para mostrarse en contra de esta nueva ley.
Pedro Caballero, el presidente nacional de Concapa, ha concedido una entrevista a Religión Confidencial para, de esta forma, dejar más clara su posición en todo esto. "A día de hoy, no sabemos cómo se va a aplicar esta ley. Nos encontramos en una total incertidumbre. El curso pasado se han sucedido distintos experimentos en colegios públicos, personas de colectivos LGTBI que han acudido a esos centros a exponer su ideología. Esperemos que esto no suceda en los concertados y que la ley solo vele porque no haya discriminación hacia este colectivo", ha explicado. De estas declaraciones podemos entrever que su mayor preocupación es que ninguna persona vaya a dar charlas a favor de la igualdad y el respeto a los colegios concertados, puesto que ven estas charlas como una especie de propaganda y no como lo que realmente son.
No obstante, pese a no saber muy bien cómo se va a aplicar esta ley, sí que tienen claro que quieren movilizarse en contra de la misma. "Nosotros respetamos a todos los colectivos, estamos en contra de la discriminación, pero Unidos Podemos también tiene que respetar la libertad de conciencia y de pensamiento de todos, sobre todo la de los padres para educar a sus hijos en sus propias convicciones", argumentó Caballero. Dicen respetar a todos los colectivos sin distinción y, no obstante, critican profusamente el hecho de que un colectivo que es claramente discriminado trate de hacer ver al resto de la población que la discriminación que sufren es absurda. "No es un problema exclusivo de los católicos, sino de libertades", trata de justificar.
Habla de respeto hacia su libertad ideológica, sin llegar a comprender que su "libertad" atenta directamente contra los derechos fundamentales del colectivo LGTBI. Esto recuerda bastante a las movilizaciones que hubo contra el matrimonio igualitario en su momento, en el año 2005. Lo que pretendían en su momento era, también, defender su "libertad ideológica", pero privando de libertad a todos aquellos que amaran a personas de su mismo sexo.
Un pacto educativo que ha tenido que paralizarse
Actualmente, en el Congreso se está debatiendo un pacto educativo que ha tenido que ser paralizado porque, según Caballero, "nosotros no queremos un pacto de mínimos, y la izquierda pretende un pacto a su medida". Al parecer, el problema radica en que la Concapa y lo que ellos denominan "la izquierda", es decir, Unidos Podemos, no terminan de ponerse de acuerdo en cuanto a la educación que se quiere imponer. "Los partidos de la izquierda continúan defendiendo un único sistema educativo, que es el estatal, y nosotros defendemos dos sistemas públicos", argumenta Caballero.
De nuevo, volvemos al problema que planteaban antes: desde Concapa están preocupados por los colegios concertados, puesto que no quieren que este sistema desaparezca. No obstante, para Unidos Podemos los únicos colegios viables serían los públicos, puesto que de esta forma todos tendrían acceso a la misma educación, todo estaría unificado desde la base. No debemos olvidar nunca la importancia de la educación en el futuro político de un país; la educación es la base de la que se parte para la formación de los futuros ciudadanos, es lo que hará que lleguen a pensar de una forma o de otra.
De ahí el miedo que tienen de perder los colegios concertados, o su miedo a que estos se vean "afectados" por la ley LGTBI. Porque eso implicaría educar a sus hijos para que sus valores sean mucho más abiertos, para que aprendan que la identidad sexual o la sexualidad no son excusas para discriminar a una persona.