22 años de prisión y 10 meses. Esa ha sido la pena que ha solicitado este jueves 4 de mayo para todos y cada uno de los cinco detenidos por haber participado, supuestamente en la violación de una joven de tan solo 21 años.
En concreto, los delitos que se les imputan son uno de delito continuado de agresión sexual (por el que pide 18 años), otro contra la intimidad (dos años y diez meses) y un delito de robo con intimidación (dos años).
Junto a esta pena, los acusados deberían de pagar un total de 100.000 euros en concepto de indemnización para la víctima por el "daño moral causado", así como otros 1.531 para el Servicio Navarro de Salud. Todo ello, siempre, en el caso de que prospere la petición de la Fiscalía.
Como prueba de todo lo sucedido, el juez también ha contado con varias conversaciones de whatsapp en las que los acusados se autoinculpan e incluso con un vídeo que difundieron en un chat con el fin de alardear de lo que estaban realizando.
Además, la fiscalía solicita que se prohiba cualquier posible comunicación con la víctima durante un período de 20 años, así como 10 años de libertad vigilada después de su salida de la cárcel.
Los cinco acusados se encuentran en prisión provisional desde el 7 de julio de 2016, cuando fueron detenidos en la plaza de toros de Pmaplona durante el primer encierro de San Fermín.
Por aquel entonces, la Justicia impuso una fianza de medio millón de euros porque "los hechos son de extrema gravedad y ejecutados en grupo de manera reiterada".
El suceso
Todo sucedió el 6 de julio de 2016. Los cinco acusados llegaron a Pamplona desde Sevilla para acudir al día del Chupinazo. Esa misma noche coincidieron con otra joven que se encontraba en la zona y a la que le ofrecieron acompañarla al lugar en el que habían aparcado su coche.
Sin embargo, en un momento dado, la forzaron a entrar en un portasl, donde la violaron repetidas veces mientras grababan todo lo sucedido y se jactaban de los acontecimientos en un grupo de Whatsapp.
Después de todo ello, la dejaron abandonada en el portal y le robaron el móvil, mientras que tuvieron que rescatarla varias de las personas que la encontraron en la zona cercana después de que la joven accediera a un parque cercano por sus propios medios.
Los cinco acusados, por su parte, afirman que la joven accedió en todo momento a mantener las relaciones sexuales y han negado en todo momento la violación.