La Fiscalía de Nueva York ha pedido un mínimo de treinta años de cárcel y un máximo de cadena perpetua para los dos sobrinos del presidente venezolano, Nicolás Maduro, que llevan dos años procesados por delitos de narcotráfico.
Efraín Antonio Campo Flores y Franqui Francisco Flores de Freitas ya fueron declarados culpables en 2016 por parte de la Justicia estadounidense por querer introducir en el país norteamericano una carga de 800 kilogramos de cocaína.
El fiscal del caso, Joon Kim, asegura que la "gravedad" del delito que han cometido ambos jóvenes justificaría que se les impusiese la máxima condena posible, aunque todo depende del juez de la Corte Federal del Distrito Sur de Nueva York, Paul Crotty, que tiene previsto dictar sentencia en los pr´oximos días.
Según el fiscal, los dos acusados también podrían estar implicados en varios asesinatos ligados al cobro de una deuda procedente del tráfico de drogas, aunque en este caso no existen evidencias concluyentes, salvo una conversación en la que ambos podrían estar dialogando sobre estos hechos, lo que simplemente probaría que eran conocedores de la situación.
Según el auto de la Fiscalía, los dos sobrinos de Nicolás Maduro tendrían vínculos con las narcoguerrillas colombianas de las FARC, con las que habrían colaborado para gestionar el narcotráfico de la droga con la que comercializaban.
Los 20 millones que podrían haber recaudado con estos negocios podrían haber ido destinados a financiar la campaña de Cilia Flores, la mujer del presidente Nicolás Maduro, que quiso iniciar una carrera política en su país de origen.
Los dos jóvenes se han declarado inocentes y no han colaborado en ningún momento con la Justicia, a pesar de que estos hechos podrían haber supuesto una reducción de condena.
Los dos acusados deberán de pagar una multa de entre 50.000 y 10 millones de dólares que podría ser pagada por el empresario petrolero Wilmer Ruperti, muy vinculado al oficialismo venezolano.
