El amarillismo comienza ya a abandonar la localidad malagueña de Totalán tras el hallazgo del cuerpo del pequeño Julen. Parece que los animadores de la película que crearon los medios de comunicación con este caso ahora son objeto de originales burlas de los internautas.
Así, el pasado lunes 28 de enero, se puso en marcha una campaña de recogida de firmas en la plataforma Change.org para pedir que Juan José Cortés, asesor político del Partido Popular y pastor evangélico a tiempo parcial, conocido en otros tiempos como "el padre de la niña Mari Luz", acuda a la remota isla de Sentinel del Norte y evangelice a su población nativa.
"Mediaset le financiará el viaje y producirá el documental"
La iniciativa fue impulsada por un tal Juan Luis Nepomuceno González, el cual describe de la siguiente manera su deseo: "Demostradas en Totalán y en la convención del PP sus cualidades para obrar milagros con sus vigilias y otros histrionismos, qué mejor que enviarlo a Sentinel del Norte a evangelizar a esos pobres desgraciados que ignoran la obra de Dios tirando flechas a todo lo que se arrima."
La guasa continúa durante el resto del mensaje: "Todo sea por la propagación del evangelio y Cortés ha demostrado sus dotes en todas las cadenas". Por supuesto, no podía quedar atrás el dardo a las televisiones privadas: "Mediaset le financiará el viaje y producirá el documental. Si consigue su objetivo que se autoproclame Presidente vitalicio y líder espiritual de la isla." Una ingeniosa internauta comenta: "Ana Rosa y Susana pueden hacer el seguimiento en directo de su labor en Sentinel. A pie de playa, acompañándolo minuto a minuto en persona, junto a él. ¡Verás que audiencia!"
Los sentineleses, una tribu aislada y hostil
Para los que nunca han oído hablar de la isla de Sentinel del Norte, se encuentra situada al este del Golfo de Bengala, entre India y Myanmar. Se trata de una paradisiaca entidad soberana bajo la protección de India y cuyos nativos evitan desde hace siglos o quizá milenios, todo contacto con extranjeros. Se cree que se trata de un mecanismo de defensa frente a la destrucción de su civilización.
El pasado noviembre, un ignorante misionero de Alabama (EEUU), John Allen Chau, murió asesinado por los habitantes de esta isla, en la cual por poner un pie se convierte automáticamente en una condena a muerte. "Puede que penséis que estoy loco, pero creo que merece la pena llevar la palabra de Jesús a esta gente. Por favor, no os enfadéis con ellos o con Dios si me matan", dejó escrito el mártir de 27 años, antes de acabar con una soga al cuello y lleno de flechas nada más pisar la arena de la playa.