El bochornoso espectáculo que ha ofrecido el médico de urgencias Jesús Candel, conocido como Spiriman, durante la pandemia del coronavirus podría salirle caro. 3.500 personas han firmado una denuncia contra este personaje que han trasladado a la Fiscalía de Granada.
El escrito, que también ha sido diigido al Servicio Andaluz de Salud (SAS) y al Colegio de Médicos de Granada para que inicien una investigación, incluye un recorrido por las declaraciones sobre la crisis sanitaria que ha hecho Candel y adjunta las imágenes que, según los denunciantes, demuestran la comisión de los delitos.
Se pide investigar a Spiriman por los posibles delitos de injurias, calumnias y amenazas; incitación al odio, hostilidad, discriminación o violencia; revelación de secretos laborales o profesionales; incumplimiento o resistencia a las órdenes de la autoridad y un presunto delito de falsa alarma.
Estos presuntos delitos, según el escrito, los habría cometido en los últimos meses en los que habría revelado secretos profesionales de usuarios ingresados en el hospital, relativizado los efectos de la pandemia, injuriado y calumniado al presidente del Gobierno y la comisión sanitaria, lanzado bulos, distribuido mascarillas y material sanitario sin pasar los filtros de calidad e incitado a la población a la desobediencia civil y al incumplimiento del confinamiento decretado por la autoridad sanitaria.
Los escándalos de Spiriman
En las más de 20 páginas, el escrito recuerda que en enero, ante un primer posible caso de coronavirus en el Hospital San Cecilio de Granada, Candel difundió imágenes grabadas en el centro sanitario y dio a conocer los resultados de las pruebas realizadas a un grupo de pacientes chinos que estaban entonces en aislamiento preventivo.
Los fimantes también han hecho pública su sorpresa ante la falta de respuesta del SAS ante la difusión pública del contenido de una conversación telefónica con el Delegado de Salud en Granada, Indalecio Sánchez-Montesinos.
Aportan a modo de prueba un total 28 cortes de video y diversos pantallazos difundidos en las redes sociales por Candel. Así, denuncian que el 23 de de marzo, Candel difundió un video por YouTube y varios tweet acusando al presidente del gobierno, Pedro Sánchez, de haber ordenado la retirada de respiradores de los hospitales y ambulancias de Granada, y lo acusó de ser un "puto criminal". Aquello se trataba de un bulo, los respiradores se habían retirado de algunas ambulancias de Granada por orden del Consejero de Salud de la Junta de Andalucía, Jesús Aguirre, para ponerlos a dispisición de los hospitales andaluces con mayores necesidades.
Otro de los puntos que la denuncia señala como de máxima gravedad es el reparto de mascarillas y material sanitario, comprado en China por Candel y entregado directamente a los trabajadores sanitarios de centros de salud y hospitales sin pasar por el control de los servicios de prevención de riesgos. Tras comprobarse que no eran aptas para el uso sanitario, el SAS tuvo qu eretirarlas.
En mitad de la pandamia, Candel, según señala la denuncia, habría incitado a los usuarios de hospitales y centros de salud "a montar pollos" en los hospitales y a escupir a los médicos si no quedan satisfechos con el diagnóstico o la atención recibida.