El sistema educativo finlandés está considerado como uno de los mejores del mundo. De hecho, tan solo países de extremo Oriente, como Singapur o China, superan al país nórdico en el ranking del Programa Intercancional de Evaluación de Alumnos. Esto ha provocado que expertos de todo el mundo hayan acudido al país para imitar su modelo educativo. Sin embargo, la nueva reforma que se plantea ahora la nación puede que no sea del gusto de todos, ya que Finlandia está a punto de embarcar en una de las transformaciones educativas más radicales de los últimos tiempos.
La reforma es simple y compleja a la vez. En síntesis: ya no habrá asignaturas en el país, los escolares dejarán de estudiar historia, matemáticas, geografía... Es decir, los finlandeses pasarán de la enseñanza de asignaturas a la enseñanza de temas.
Así lo expresaba Pasi Silander, jefa de desarrollo de Helsinki, ciudad que encabeza el cambio: "Necesitamos un tipo de educación diferente para preparar a la gente para la vida laboral (...) Tenemos que hacer cambios en la educación para disponer a nuestros jóvenes para la industria y la sociedad moderna", expresaba en Independent. Hay que tener en cuenta que el sistema de educación actual data de 1900, y fue creado específicamente para las necesidades del momento, pero estas cambian, y hay que formar a los jóvenes para un contexto diferente del que regía el siglo XX.
El sistema educativo dejará por lo tanto las lecciones de geografía para una educación transversal, donde los alumnos podrán escoger aquello que más les guste y estudiar todos los fenómenos que concurren a su alrededor. De esta forma se evitará la típica pregunta: '¿Por qué estudio esto si no me sirve para nada?'. Por ejemplo, un joven que se decida por un curso vocacional recibirá lecciones de 'servicios de cafetería', donde se le enseñarán matemáticas, idiomas y habilidades de comunicación. Aquellos, en cambio, que se decante por un cursos más académico, cursará temas como la Unión Europea, donde aprenderán los elementos de economía, historia, idiomas y geografía de los países involucrados.
Otro de los aspectos que se pretende reformar es la figura tradicional de profesor activo y alumno pasivo. Helsinki apuesta por un modelo colaborativo, donde pequeños grupos de alumnos colaboren en conjunto, intercambiando enfoques y mejorando sus habilidades de comunicación.
De hecho, ya existen algunas escuelas donde el sistema ha comenzado a funcionar, y en palabras de Marjo Kyllone, directora de comunicación de Helsinki, los profesores que ya han probado el modelo no quieren volver al anterior.
La implantación se hará de forma gradual, comenzando por los estudiantes de los últimos grados, a partir de 16 años, planeando tenerlo implantado por completo para 2020.
Fábrica de exámenes
Finlandia no ha sido el único país en denunciar el modelo actual. El Reino Unido, a través de la Confederación de la Industria Británica, ha destacado la importancia de promover en los jóvenes habilidades para el siglo XXI, como la comunicación, en lugar de educar a los niños a través de "fábricas de exámenes".