¿Gatos o perros? A veces nos quedamos con uno, y otras veces no sabemos elegir cual. Sea el animal que sea, esta mascota llega a nuestra casa como regalo de cumpleaños, de Navidad o simplemente porque has pedido su compañía día tras otro y se gana un hueco en nuestro corazón. Sin embargo, el cariño de los gatos es un incógnita. La gran mayoría de los perros son cariñosos, lloran y echarían en falta la ausencia de su dueño si este muriera. Pero... ¿y los gatos? Pues si piensas mal, acertarás.
Digamos que sus aires rebeldes y de frialdad llevan a reacciones como las del creador de este vídeo. Este gato, de nombre Sparta, tiene un propio canal de Youtube, donde puede observarse su vida cotidiana junto a otras mascotas. Su dueño, quien frecuentemente lo hace protagonizar videos en YouTube, se preguntó qué pasaría si fingiera su muerte delante de su gato. Y decidió que este momento debía quedar grabado para la posteridad:
Como se puede observar, al principio el gato baja las escaleras para comprobar qué le ha pasado a su dueño. A paso lento camina hacia su cabeza. En un primer momento, olisquea a su dueño, maúlla y parece estar preocupado. Pero, después de un rato, su reacción dejó a su dueño capacitado para únicamente decir: "¿De verdad, colega?". El gato decidió que era buen momento para echarse una cabezadita.
Los gatos y la curiosidad
Lo cierto es que los gatos no dejan de sorprendernos. Y es que parece que sienten más amor por el calor de las cajas que por el cariño humano. ¿Pero qué tienen los gatos con las cajas? Y no hablo de un tipo específico de caja, hablo de todas. De las grandes y las pequeñas. De las del supermercado o donde guardas las zapatillas. Todas. Seguramente, si tienes a este animal como mascota, te ha pasado que piensas en un regalo para tu gato, se lo compras con todo tu cariño y al final este prefiere quedarse con la caja en donde venía el regalo.
En otro artículo, descubrimos que las cajas son perfectas para que los gatos jueguen al escondite. También, dado su su naturaleza, el gato es depredador, por los que busca espacios donde ellos sí puedan ver a la presa, pero esta no pueda localizarles. Además, les gustan las cajas por simple curiosidad, por lo difíciles que son de romper, por el calor que proporcionan y porque reducen el estrés.