Un estudio de la Universidad de Harvard encuentra cuerpos rocosos en descomposición alrededor de una enana blanca, lo cual podría ser el final de nuestro planeta Tierra. Para descubrirlo, se han tomado datos del telescopio espacial Kepler que se han contrastado con otros datos de telescopios terrestres.
1 ¿Dónde está esa estrella?
Se trata de una estrella cerca de una de las estrellas de la constelación de Virgo, a 570 años luz de nosotros. No se ve a simple vista debido a que es una enana blanca y no está lo suficientemente cerca como para que su brillo se pueda percibir fácilmente.
Como muchos otros astros, no tiene un nombre y se le llama en función de la nomenclatura de catálogos, WD 11541+017 es uno de sus nombres y EPIC 201563164 es el nombre del catálogo de la Kepler.
2 ¿Qué tipo de estrella es?
La estrella WD 11541+017 es una enana blanca (White Dwarf, WD) de tipo Helio, cuya masa es menor de la mitad del Sol.
Las enanas blancas son remanentes de estrella a las que se le ha agotado su combustible de hidrógeno. Es un destino que le espera al Sol una vez termine su ciclo, tras convertirse en una Gigante Roja y después expulsar gran cantidad de sí misma en una nebulosa planetaria.
3 ¿Qué le pasará al Sol cuando se le acabe la "gasolina"?
El Sol "quema" hidrógeno fusionándolo en helio y liberando energía con ello. Cuando se termine el hidrógeno, se contraerá y "quemará" el helio que contiene, creando carbono. Cuando lo haga, las capas exteriores de la estrella se expandirán debido a la energía liberada, creando una Gigante Roja.
Esa gigante roja será descomunal. Engullirá a Mercurio y a Venus, y posiblemente, también a la Tierra.
Durante millones de años como Gigante Roja, el núcleo del Sol se irá reduciendo y comprimiendo y, en un momento dado, buena parte de su masa se liberará en forma de"nebulosa planetaria". En otras estrellas, esto puede dar lugar a una supernova. Pero el Sol no concluirá en una supernova. Tras esa emisión de gases al espacio, quedará un remanente aún brillante en forma de enana blanca. Hay varias hipótesis sobre qué puede haber quedado de la Tierra para entonces. Una de ellas habla de que el núcleo terrestre (o fragmentos) podrían sobrevivir a tal cataclismo.
4 ¿Qué hemos visto?
El estudio plantea el descubrimiento de al menos uno, pero posiblemente, seis planetesimales. Estos cuerpos estarían emitiendo gases y polvo al espacio. También se ha visto que hay un cinturón de fragmentos orbitando alrededor de la enana blanca.
5 ¿No es solo uno? ¿Son varios?
El propio estudio aclara la confirmación de que hay al menos un cuerpo, pero la hipótesis principal es que son seis cuerpos los que orbitan la estrella, cada uno con su periodo orbital. Se han hecho simulaciones de sus órbitas para el próximo millón de ciclos para comprobar que estas serían órbitas estables.
No obstante, a este respecto quedan aún más datos que recopilar y procesar de WD 11541+017.
6 ¿Cómo son estos cuerpos?
Pequeños. Del tamaño de Ceres y más pequeños que el planeta enano Plutón.
Además, son rocosos, tienen una densidad media similar a la de una piedra, 2 g/cm3 así que no son de hielo como los cometas que orbitan el Sol, que tienen mayores cantidades de hielo. Orbitan respecto a WD 11541+017 con un periodo de entre 4 y 5 horas. Un año en esos planetas dura menos que un día en la Tierra.
No obstante, como los cometas, dejan una estela de gas y polvo que es la que se ha detectado desde la Tierra (si no sería muy difícil detectarlos) y que tapa la luz de la estrella. Con el tiempo, estos planetesimales se están desintegrando y emiten su masa al espacio.
7 ¿Cómo se han detectado?
Primero se estudió el espectro de emisión con el telescopio espacial Kepler. Después se contrastaron esos datos con otros recopilados a través del telescopio MINERVA en Estados Unidos y el Observatorio Interamericano del cerro Tololo, en Chile.
Con estos datos se midió la curva de luminosidad recibida de la estrella. Cada 4,5 horas había 5 minutos en los que la estrella se oscurecía. Si fuera un planeta normal, este tiempo sería mucho menor, pero estos planetas con cola de cometa tapan durante mucho más tiempo la estrella.
8 ¿Es raro que una enana blanca haya tenido planetas?
No. Parece ser que entre un cuarto y la mitad de las enanas blancas han tenido en algún momento de su vida estelar planetas alrededor de ellas. Esto se sabe gracias a un estudio que ha medido los elementos pesados que estas tienen (en concreto, el silicio) en su atmósfera.
Para ello se miden las cantidades de elementos pesados (metales) que hay en ella. Por su formación se sabe que hay parte que ha generado la propia estrella, pero en muchas se detecta más cantidad de esos elementos pesados. Estos provendrían de planetas que han sido devorados por la estrella en etapas anteriores.
9 ¿Es raro que una enana blanca tenga planetas supervivientes?
Es difícil de saber todavía. En 2013 solo se han detectado exoplanetas en enanas blancas en tres casos, todos ellos formando parte de sistemas binarios. Tres del orden de cientos de exoplanetas listados. No obstante, en 2015 hay 4.000 candidatos a exoplanetas de los cuales más de 1.000 están confirmados.
10 ¿Puede ser este el futuro de la Tierra?
Quizá. El Sol, al engullir la Tierra, extinguirá toda la vida, pero es posible que el núcleo terrestre metálico aguante el proceso de Gigante Roja. Así pues, puede que una descomposición así ocurra y que el futuro de la Tierra sea en forma de pequeños fragmentos aún girando alrededor de una estrella muerta y emitiendo gases al espacio.
