Esperábamos un mejor resultado de Miki en Tel Aviv. Gracias a un trabajo modelo de la delegación española (este año sí) y un representante que se lo dejó todo en el camino a Eurovisión; el vigésimo segundo puesto cosechado por RTVE supo a derrota. Olvidados por un jurado que se permitió colocar a España como la peor canción de la noche, Miki volvió a obtener un 'bottom', el quinto consecutivo para la delegación española, así como repetir mismo puesto de Lisboa, el 22º, con un punto menos que obtuvieran Alfred y Amaia.
Sin embargo, los datos de Miki no son los únicos a valorar de un festival que coronó sin sorpresas a Duncan Laurence como vencedor, y que dejó algunos datos para la historia. ¡Vamos con ello!
Miki al nivel de Almaia
Pese a que las casas de apuestas y las sensaciones colocaban a España rozando un hipotético top-10, RTVE vivió en Tel Aviv un deja-vu. Y es que un puesto 26 del jurado y un meritorio catorce del televoto dejó a Miki con un insípido 22º puesto con 60 puntos.
Paradójicamente, es casi la misma posición que obtuvo la delegación hace doce meses en Lisboa, con apenas un punto menos y un puesto más que aquella noche de Portugal. A pesar de que cosechó el mejor televoto desde el que obtuvo Ruth Lorenzo en 2014, el jurado sí que fue decepcionante, destrozando cualquier opción de crecer en la clasificación.
Como notas positivas, España recibió los doce puntos del televoto portugués, así como se quedó el undécimo del televoto para cinco países y duodécimo para otros cinco, datos que le podrían haber hecho crecer algo más en la clasificación. Respecto al jurado, algunas apuestas festivas como las de Malta o República Checa se le colaron en la clasficación, dejando un resultado pírrico de apenas siete puntos.
Países Bajos consigue su quinta corona
Duncan Laurence cumplió con todos los pronósticos y venció Eurovisión 2019. Se trata de la quinta victoria para la delegación holandesa en el festival y, con ella, la AVROTROS repite victoria 44 años después de su último micrófono de cristal obtenido por Teach-In en Estocolmo allá por 1975.
Laurence, que fue tercero para el jurado y segundo en el televoto, dominó las puntuaciones, pese a que el sistema de entrega de puntos nuevo diera esperanzas a Suecia, de nuevo muy aupada por el jurado que ganó, pero olvidada por el televoto sin conseguir llegar ni a los 100 puntos.
Con todo esto, el festival llegará a Holanda cuarenta años después justos. Curiosamente en la última ocasión, allá por 1979, Israel ganó el festival en Jerusalén pero se negó a organizarlo. En aquella ocasión, La Haya fue finalmente la sede. La historia se repite.
Francia y Rusia calcan resultados
España no es el único país que ha repetido resultados este año. Y es que tanto Francia respecto al año pasado, como Rusia con Sergey Lazarev de nuevo, se han quedado con los mismos puestos que en la pasada edición.
Así se pude comprobar si vemos que el país galo repite de nuevo en el puesto trece, si valoramos que empata con Eslovenia a puntos, lo que le lleva al catorce de rebote. Bilal Hassani sumó en Tel Aviv 105 puntos, frente a los 173 del dúo Madame Monsieur en Lisboa. Por su parte, Sergey Lazarev, vuelve al mismo tercer puesto que ya obtuvo en Estocolmo allá por 2016, eso sí este año sin opción alguna de victoria.
Mejor resultado histórico de Macedonia y San Marino
Eurovisión 2019 ha sido el año de la revolución de los pequeños. El mejor ejemplo lo tienen Macedonia del Norte, que no ha podido contar con mejor estreno de nombre y San Marino, que en su segunda final ha cosechado con Serhat su mejor dato histórico.
Empezando por Tamara Todevska, el aprecio del jurado, que la colocó tercera, le ha permitido rascar un octavo puesto que sabrá a victoria para la delegación ex-yugoslava. En un país que llevaba seis años sin pisar la final y que solo había alcanzado un puesto 12º con Elena Risteska en 2006, este octavo merecerá honores de estado en Skopje.
Por parte de San Marino, Serhat ha sido todo un fenómeno para el televoto. Firmando un top-10 en la final y un top-3 en su semifinal, San Marino suma su mejor resultado histórico con un vigésimo que sabe a victoria. ¿Cuántos puntos habrá quitado la propuesta festiva sanmarinense a España? Nunca lo sabremos.
¿Y ahora qué?
Muchos se preguntan qué pensar o cómo valorar la candidatura española tras del fiasco de ayer, uno más en la hoja de ruta de una delegación que no sabe lo que es pasar del puesto veinte desde 2014.
Somos de los que creemos que España este año ha trabajado bien, constante y con ilusión y un proyecto, pero planteando una idea que tuvo mucha competencia en un festival muy abierto y que no se comprendió del todo en Europa.
Sin embargo, esta es la línea que debe seguir la delegación española, que ahora que le ha cogido el pulso al festival no debe desfallecer. Para el aficionado, la indignación del año pasado en Lisboa se ha convertido en una amarga decepción que puede tener solución trabajando a destajo para una selección interna de calidad mirando a Amsterdam o Rotterdam 2020. Hay que ser constantes.