El BOE ha publicado el real decreto en el que, tras más de dos años del inicio de la pandemia, elimina la obligación de llevar mascarilla en espacios cerrados. Aprobado por el Consejo de ministros, el escrito informa de la eliminación de los cubrebocas en espacios cerrados con tres supuestos que son excepciones.
El real decreto establece los ámbitos que nos obligarán a seguir llevando la mascarilla en el bolso. Las excepciones de la eliminación son los centros y establecimientos sanitarios, residencias de mayores y el transporte público. En este último caso, sin embargo, no se aplica para los andenes ni las estaciones.
En centros sanitarios y residencias de mayores
El primer supuesto en el que la mascarilla deberá seguir utilizándose será en "centros, servicios y establecimientos sanitarios" por parte de "personas trabajadoras, de los visitantes y de los pacientes con excepción de las personas ingresadas cuando permanezcan en su habitación".
El BOE se refiere en este punto tanto a los hospitales, como a los centros de transfusión de sangre y farmacias, hasta hospitales de salud mental y otros centros de internamiento, clínicas y todo tipo de consultorios.
En las residencias de mayores también seguirá siendo obligatoria, pero solo en el caso de trabajadores y visitantes cuando se encuentren en zonas compartidas. Aquí el decreto contempla que "la probabilidad de transmisión también es elevada, sobre todo ante la aparición de brotes, con un alto impacto al incidir sobre las personas vulnerables".
Los propios residentes sí que podrán quitarse la mascarilla, pues se considera que están en su domicilio y su bienestar se vería afectado en caso de llevarla. Además, se considera que quienes viven dentro de una "institución cerrada" como es una residencia "no son la fuente de infección, a diferencia de los trabajadores y visitantes en contacto con el exterior".
En el transporte público
Todo ciudadano que haga uso del transporte público, así como medios de transporte aéreo, ferroviario o por cable, así como los autobuses, deberán seguir haciendo uso de las mascarillas. A diferencia de la situación en la que vivíamos hasta ahora, las mascarillas se dejarán de ver poco a poco en los andenes y las estaciones de viajeros, porque ya no es obligatorio llevarla en estos espacios.
Eso sí, una vez se suba al transporte, habrá que ponérsela. El escrito reconoce que "muchos transportes" tienen "buenos sistemas de ventilación dotados con filtros de alta eficiencia", esta "no siempre está garantizada". También seguirán siendo obligatorias en espacios cerrados de buques y embarcaciones en los que no sea posible mantener la distancia de 1,5 metros.
En el entorno laboral
Para las oficinas, la medida no va a depender del Estado sino de los diferentes departamentos de riesgos laborales de cada empresa. Son ellos los que tienen la competencia de decidir las medidas a adoptar y, en el caso de que así lo decidan, podrá seguir siendo obligatoria.
El BOE establece que "en el entorno laboral, con carácter general, no resultará preceptivo el uso de mascarillas" pero que "los responsables en materia de prevención de riesgos laborales, de acuerdo con la correspondiente evaluación de riesgos del puesto de trabajo podrán determinar las medidas preventivas".
Población vulnerable
Las autoridades sanitarias siguen recomendando a las personas con mayor vulnerabilidad ante la infección por coronavirus que mantengan el uso de la mascarilla en cualquier situación que implique un contacto prolongado con personas a una distancia mejor de 1,5 metros.
Asimismo, se aconseja un uso responsable de la mascarilla en espacios cerrados de uso público cuando se aviste cualquier persona que asemeje población vulnerable.
