Los sobres de kétchup siempre han sido gratis en las cadenas de comida rápida. Esa ha sido una máxima en los establecimientos, en todas las visitas, pero 2023 ha traído el final de esta tradición. La cadena de comida rápida Burger King ha anunciado que empezará a cobrar un recargo de 5 céntimos por cada sobre adicional que pidan los clientes, aunque seguirá entregando una bolsa por cada producto caliente de manera gratuita.
La multinacional se escuda en el impuesto sobre los envases no reutilizables aprobado por el Gobierno de España, la Ley 7/2022 de 8 de abril. Tendrá carácter indirecto y gravará con 0,45 euros por kilogramo su fabricación, importación y adquisición intracomunitaria cuando sean objeto de utilización en el mercado español.
La firma de comida rápida asegura que esta medida responde a su manera de "contribuir a la lucha contra el desperdicio alimentario", según Restaurant Brands Iberia (RBI), la matriz que gestiona los restaurantes de Burger King en España.
"El kétchup ilimitado no tenía sentido porque se acababa desperdiciando mucho producto, es algo que hemos comprobado y que teníamos que atajar", ha asegurado la compañía. En el caso de que los clientes deseen aumentar la cantidad de esta salsa, a partir de ahora, deberán de pagar por tanto cinco céntimos por sobre.
La estrategia del Gobierno
El Gobierno sigue la normativa europea para reducir el consumo de plásticos en nuestro país. Las cadenas de comida rápida son la mayor muestra de este impuesto, ya que la mayoría han empezado a incluir el pago de esta tasa en las comandas.
La norma establece dos series de objetivos: en 2026, se debe conseguir una reducción del 50% en peso con respecto a 2022; mientras que en 2030 se debe aumentar dicha reducción hasta el 70% del peso en relación a la cifrada en 2022.
Para alcanzar los objetivos, el artículo 55 de la ley impone fomentar el uso de alternativas reutilizables o de materiales que no sean plásticos. Se encuentran afectados productos de un solo uso, como vasos para bebidas, incluidos sus tapas y tapones; así como recipientes para alimentos preparados para consumir en el propio envase. Sin embargo, se excluyen los recipientes para bebidas, platos y envases, así como envoltorios que contienen alimentos.
