Cada vez que surge una nueva tecnología es necesario pararse a pensar en los (buenos) usos para los que ha sido desarrollada, pero también para el mal uso que puede dársele. A pesar de que hoy en día cualquier novedad en las aplicaciones de las diferentes redes sociales están a la orden del día, tanto para bien como para mal, hay algunos usuarios como Ethan que han hecho uso de ellas con propósitos nobles. A continuación, te contamos su historia:
Ethan es un estudiante universitario de 20 años que utilizó el filtro de cambio de sexo de Snapchat para hacerse pasar por una atractiva joven y así darle caza a un depredador sexual en Tinder. El joven tomó la decisión tras escuchar la historia de una amiga, que le confesó haber sufrido abusos en su infancia.
Ethan, utilizando el filtro de cambio de sexo en Snapchat, decidió abrirse una cuenta en Tinder y pasar a ser Esther, una joven de 16 años. Su objetivo no solamente dio el pego de conseguir contactos, sino que consiguió atraer a un pedófilo que buscaba menores de edad con las que mantener relaciones. Este pederasta, era Robert Davies, un oficial de policía de la ciudad de San Mateo, California.
¿Te apetece pasarlo bien esta noche?
Este fue el mensaje que desencadenó la conversación entre ambos. A pesar de que desde un primer momento Ethan le dijo que tenía 16 años, no supuso ningún impedimento para el oficial, de 40, que le propuso continuar con el intercambio de mensajes a través de otra aplicación. Gracias a las capturas de pantalla de la conversación se pudo demostrar que a pesar de que le dijo su edad al principio, a Davies no le importó, e incluso el tono de los mensajes fue subiendo y se volvió más explícito. En ese momento, decidió contactar con la Policía para que tomara cartas en el asunto.
A raíz de las conversaciones sexualmente explicitas mantenidas con "Esther", el oficial de policía fue arrestado por un presunto delito de pederastia. El sospechoso era miembro activo de su comunidad y un respetado oficial en su departamento; además, había sido recientemente condecorado por su capacidad de liderazgo y dedicación. Pero los mensajes que envió a la menor durante más de 12 horas de conversación le llevaron a ser detenido.
La jefa de policía de San Mateo, Susan Manheimer, declaró a través de Facebook que "esta supuesta conducta, si es cierta, no refleja, de ninguna manera, todo lo que representamos como Departamento y es una afrenta a los principios y a nuestra profesión en su conjunto."
A pesar de los resultados, el fiscal del distrito del condado de Santa Clara, O'Bryan Kenney, ha señalado que "no es recomendable emprender este tipo de acciones, dado que para ello la policía tiene oficiales entrenados en este tipo de delitos". Ethan, por su parte, señalo que este sería el primer y último caso en el que utilizaría a Esther, por lo que después de denunciar ante la policía, decidió eliminar la cuenta.
El policía, de momento, ha sido cesado de su puesto y se encuentra en la cárcel del condado de Santa Clara a la espera de ver qué sucede con los cargos de los delitos de los que se le acusa.
El filtro de la discordia:
Snapchat prometía ser la gran revolución de las redes sociales hace cuatro años, pero una serie de malas decisiones hicieron que esto no se cumpliera. Ahora, con la introducción de filtros al igual que Instagram, muchos usuarios han vuelto a abrir sus perfiles meses después para aplicarlos en sus fotos. Los hay de gatos, perros, maquillaje, pero sin duda, el que más revuelo ha causado ha sido el que permite verse del sexo contrario.
El filtro que permite el cambio de sexo ha causado sensación en las redes sociales y miles de usuarios han compartido sus imágenes por todo internet. Sin embargo, ante la creación de este filtro surgen detractores y defensores.
Por una parte, los que alegan que es un ejemplo de transfobia haciendo referencia a los valores heteronormativos de belleza impuestos por la sociedad: mujeres de piel lisa con pelo largo y hombres con mandíbulas fuertes y cuadradas.
"Este filtro es, básicamente, una transición instantánea y la manera comica en la que veo que las personas que sigo en Twitter lo usan... simplemente no está bien. Los que están en redes no me acompañan a cada cita que tengo con la dermatóloga que me quita el vello con un proceso doloroso, no entienden lo que es levantarse tres veces cada noche para hacer piso porque en Spironolactone es diurético, no se clavan dos veces al mes una jeringa de estrógeno ni me han escuchado horas y horas hablar sobre los dilemas de someterme a una cirugía feminizante en el rostro", escribió en el portal OUT la periodista transexual Rose Dommu, iniciando un debate que despertó revuelo en varios ámbitos. "No quiero que un desarrollador de software decrete en la pantalla de mi teléfono cómo sería mi versión femenina y mucho menos, quiero que se vuelva un meme la violencia que las personas trans vivimos cada día y que sabemos que es muy real."
La escritora trans Bailey Coffman también tuvo unas duras palabras: "Mi género no es un disfraz. Perdí a mi novio, a mi familia y hasta mi trabajo en la lucha por sentirme bien con el cuerpo con el que me toca vivir, pero cuando veo en mi muro de Facebook a las personas interactuar con esos filtros, siento el mismo dolor que sentía cuando en mi infancia llegaba Halloween y querían que me vistiera de vaquero, pero yo le rezaba a Dios para que no me hiciera crecer los bigotes".
Por otra, los que creen que se trata de una divertida opción para verse desde un punto de vista diferente al que estamos acostumbrados, o los que vieron los filtros como una herramienta de empoderamiento.
"Alguien cercano se me acercó y me confesó que encontró libertad al utilizar el filtro de la app porque le sirvió para entender que necesitaba hacer una transición. Estos filtros permiten verse a sí mismo de una manera que de otro modo, era imposible", contó la artista trans Cat Graffam en Instagram.