No es la primera vez que esta reputada y prestigiosa agencia de escorts de alta categoría está en el punto de mira de los medios de comunicación. Su oscuro y discreto oficio ha vuelto a ser puesto en entredicho después de que la propia agencia sacara a la luz a lo que se han dedicado las empleadas de Cinderella Escorts recientemente.
Al mando de un alemán de 26 años, desde el ordenador de su habitación, aún en casa de sus padres, este aparente modesto negocio ha denunciado públicamente a lo que se han estado dedicando los futbolistas de la categoría superior del fútbol inglés, su Liga, más conocida como Premier League. No es otra cosa que pedir los servicios de mujeres puestas a disposición del cliente para contraer relaciones sexuales y humillaciones varias.
Así lo ha desvelado el diario británico Daily Star Online, afirmando que famosos jugadores del fútbol inglés hacen uso del servicio que prestan las mujeres para la citada compañía alemana. Lo hacen en palacios, mansiones privadas y yates de lujo, a escondidas de sus mujeres, porque si bien declara la polémica firma, todos ellos están casados y además, se trata de un lobby que no permite la entrada a cualquiera.
Acceso gratuito, limitado a multimillonarios
Todo aquel que quiera acceder a estas reuniones, en las que, por supuesto, no faltan el alcohol y las drogas, habría de desembolsar un mínimo de 34.000 euros al año y acreditar que su patrimonio y bienes suman un total, al menos, de 11 millones y medio de euros. Las polémicas fiestas tienen lugar alrededor del mundo, según le convenga a sus organizadores, quienes hacen uso del servicio de escorts femeninas siempre que pueden. Muchas de ellas, lo hacen para salir adelante con sus vidas en el terreno económico, nadie las fuerza, aunque en algunos casos se arrepienten.
No solo mantienen sexo con jugadores de fútbol, sino con todo tipo de famosas figuras de la escena mediática internacional, como actores de Hollywood. No es cualquier negocio, es el negocio de sus vidas y aunque nos pueda parecer de lo peor, así como trata de blancas, ellas están de acuerdo con su oficio por las jugosas cantidades económicas que ganan cada vez que se ven con algún sugar daddy del gigante norteamericano u hombres de negocios de las altas esferas, así como prestigiosos y reconocidos cantantes o políticos.
"Tengo jugadores de fútbol como clientes a los que a menudo veo en las fiestas", comentó Ksenia al diario The Mirror, una de las escorts de Cinderella Escorts, que asegura que estuvo a merced de un famoso futbolista que le masajeo los pies y se dejó ser explotado económicamente. Sus salarios van desde 2.300 la hora a 34.000 euros al mes, eso cuando no las llevan en jets privados o les pagan millonarias compras. Hay quienes ganan más de 12.000 euros por una noche de pasión junto a un cliente. Ellas atienden todo tipo de peticiones, desde ajustados trajes, como elementos fetichistas con los que jugar, hasta asumir denigrantes roles en la cama. Otra de ellas aseguró que uno de sus clientes le pidió que le usara como su inodoro. "No todas las chicas cumplen esos deseos, pero vale la pena económicamente y no tuvimos relaciones sexuales con él", explica Anna.
Si bien la prostitución es completamente legal en Alemania, son muchos los que han criticado la situación en la que se encuentran las mujeres que trabajan para ella. Es más, las propias empleadas han sacado varios escándalos a la luz, alegando que tratan de comprar su virginidad, lo que evidencia aún más la posibilidad de que se pueda considerar como trata femenina. Esto le pasó a Alexandra Khefren, una modelo rumana que por abril de 2018 acababa de alcanzar la mayoría de edad. Recibió las críticas de los medios británicos por vender su cuerpo por casi dos millones y medio de euros, con los que compraría una casa a sus padres y también pagaría sus estudios en la Universidad de Oxford.
Lo hizo tras la puja de un empresario de Hong Kong que se vio con ella en el país de Jan Zakobielski, el fundador y promotor de todo este entramado, quien se cerciora de que las mujeres que pone a disposición de sus clientes no hayan mantenido relaciones sexuales anteriormente. Él se lleva un 20% de las ganancias que motiva el encuentro. Sin embargo, la modelo desenmascaró al alemán y reveló en una entrevista que ella fue usada para contar una historia falsa y que otras mujeres se animaran a hacer lo que ella realmente no había hecho. Sin embargo, sacar a la luz el mal trago por el que había tenido que pasar solamente le sirvió para que mediáticamente se volviera en su contra.