La dimisión del portavoz de Sumar, Íñigo Errejón, relacionado con escándalos de acoso sexual a mujeres, ha sacado a la luz nuevos testimonios de una nueva doble vida que, en cierta medida, se conocía en el entorno del ex político.
"Sabíamos que tenía problemas y le ofrecíamos ayuda", ha explicado durante una rueda de prensa la ministra de Sanidad y líder de Más Madrid, Mónica García, aunque ha desvinculado esta ayuda de las acusaciones ahora publicadas: "Hubiéramos acudido entonces a una comisaría".
En pleno escándalo, ha surgido un nuevo testimonio. Se trata de Simón Pérez y Silvia Charro, conocidos por un polémico vídeo en redes sociales en el que hablaban de las hipotecas fijas en 2017.
"Venían todos venga cerveza, venga porrito, venga cubata"
Ambos relataron en octubre de 2023 ante el youtuber TiparracoSA cómo fue la visita de Errejón a su vivienda, a raíz de la invitación de un amigo en común: "Venían de fiesta, enfiestados, todos hasta arriba, todos los amigos de Íñigo Errejón venían preguntando para comprar, y estuvieron ahí toda la noche, me desperté a las 6 de la madrugada y aún seguían ahí", han relatado.
Simón Pérez y Silvia Charro reconocen que Errejón estuvo en su casa:
— Wall Street Wolverine (@wallstwolverine) October 28, 2024
"Vino con todo su séquito de becarios. No nos cayó nada bien porque vino con unos aires... Venían enfiestados y preguntando para comprar droga". pic.twitter.com/u017Phv0k0
El matrimonio relataba entonces cómo fue el encuentro con el político: "Teníamos una casa muy grande con dos cocinas, dos comedores, era como una casa doble, y habíamos dejado venir a un amigo que se quedó sin casa unos meses y que era muy de izquierdas. Era hijo de un preso político argentino y le escribía los discursos a gente de Podemos".
Fue entonces cuando apareció el representante de Sumar: "Entonces de repente aparecieron unas 15 personas con Íñigo Errejón, todo su séquito de becarios, imagina un tío delgadísimo y al lado un montón de personas de la Universidad que iban detrás de él, uno pintándole y poniéndole maquillaje, el otro quitándole no sé qué, como si fuera un famoso de la tele", explican.
Ambos no se sintieron cómodos con su presencia ni llegaron a congeniar: "No nos cayó nada bien", explican, al comprobar el peculiar trato que recibía Errejón por parte de su entorno y su forma de comportarse.
La pareja ha explicado que entonces Silvia Charro estaba embarazada de siete meses y habían perdido el bebé: "Estábamos en casa como en una burbuja fatal llorando, aparece Íñigo Errejón con todo su séquito, todos hasta arriba venga cubata, venga cerveza, venga porrito, venga no sé qué, y yo con el cojín todas llorosa viendo a la gente en mi casa", zanja su testimonio.
