China es uno de los países asiáticos donde su gastronomía no deja de sorprender. Una de las carnes que se consumen es la de perro, la cual tiene incluso su propio festival. Después de la pandemia, el gobierno chino prohibió los mercados de animales vivos. Asimismo, otras especies salvajes, como el pangolín, también quedaron descartadas.
Aunque su comercialización es ilegal, el pasado martes comenzó el Festival de la Carne de Perro en la ciudad china de Yulín, situada al este del país. Habitualmente se consumen miles de perros en esta feria, y no todo su comercio era del todo legal, por lo que en muchas ocasiones las autoridades se han visto obligadas a intervenir.
El infierno canino
Este festival resulta un infierno para los perros. No solo por su destino final sino también por las prácticas inhumanas previas en este festival. Un total de 386 perros fueron trasladados en condiciones pésimas de salud en un un camión que circulaba de noche con matrícula de Yulin, según informaba la ONG Humane Society International.
Este camión cometía un delito contra salud pública al tratar de comerciar con la carne de unos animales, en su gran mayoría, enfermos. Y por si esto fuera poco, algunos de estos perros llevaban collar, por lo que podían incluso ser perros robados. Los animales liberados tenían signos de desnutrición, problemas en la piel y en los ojos a causa de las malas condiciones de salud en las cuales se encontraban.
Lin Xiong, uno de los activistas que presenció el momento, ha explicado la horrorosa situación que vieron al abrir la puerta del camión. "Hacía días que estaban en el camión, deshidratados y hambrientos", relató. A día de hoy los animales se encuentran en cuarentena y, en caso de que el propietario del camión no pague una multa, los activistas se harán cargo de los perros salvados.
Festival de Carne de Perro y Lichi
Este festival de carne de perro es uno de los más conocidos del país que lleva celebrándose desde 2010. La venta de este tipo de carne es muy habitual en la ciudad de Yulín y los activistas critican que los comerciantes se aprovechan de la creencia de que la carne de perro debe estar en la dieta de cualquier ciudadano chino, cuando no es así.
"Un 70% de la población china no ha comido nunca carne de perro y, del 30% que sí que lo ha hecho, solo un pequeño número son consumidores habituales", explica Peter Li, uno de los miembros de la ONG. En el año 2017 se trató de prohibirla pero no tuvo éxito y no fue hasta la pandemia de 2020 cuando la venta de carne de perro descendió estrepitosamente al poder ser un foco de contagio del coronavirus.
